Poblado de Tijuana se convertirá en ‘La pequeña Haití’

Un pequeño grupo de migrantes haitianos prepara el desayuno, comida y cena en una cocina adaptada para 250 haitianos albergados en el refugio de la Iglesia Evangélica Embajadores de Jesús.

Este albergue, que los domingos se convierte en iglesia, se ubica en el Cañón del Alacrán, a 15 kilómetros del centro de Tijuana. Es una zona a la que no han llegado los servicios básicos a pesar de estar poblada desde hace 25 años. No hay drenaje ni agua potable, sólo electricidad.

El refugio subsiste gracias a los apoyos de la sociedad civil, empresas, algunas dependencias de gobierno y de otras iglesias.

“Venimos a apoyar a los haitianos porque les hace falta ropa, comida, pero más artículos personales”, Laisa Rosad, voluntaria.

Los migrantes fueron cobijados por la pastora Zaida Guillen y su esposo Gustavo Banda, ambos, residentes del Cañón del Alacrán.

Este lugar, que ya se le conoce como “La pequeña Haití”, pronto se convertirá en una comunidad establecida.

“Estamos muy encariñados con ellos y queremos que se establezcan aquí en Tijuana, que ellos tengan un lugar donde puedan tener a sus familias, entonces mi esposo tomó la decisión de donar el terreno, aproximadamente se piensan construir 100 viviendas”, afirmó Zaida Guillén, de la iglesia evangélica Embajadores de Cristo.

La construcción de las casas significa un oasis en el desierto para migrantes como Caleb, quien llegó a Tijuana en diciembre pasado y quien, ante el panorama de deportaciones en Estados Unidos, prefiere quedarse en México.

“Tengo familia allá y está hablando, que están deportando a mexicanos, haitianos, africano cubanos, yo estoy pensando que es mejor quedar aquí”, dijo Caleb Constantine, migrante haitiano.

Con información de Adriana Valasis

LHE