Pintor filipino se crucifica desde hace 32 años

En 1985, Rubén Enaje, un pintor de oficio, cayó al suelo desde el tercer piso de una obra y al levantarse comprobó que no se había hecho ni un rasguño, él lo atribuyó a una intervención divina, desde entonces, comenzó a crucificarse cada año.

Enaje es conocido como “El Jesucristo de Pampanga”, la provincia de Filipinas de donde es originario.

Enaje dice que él mismo esteriliza los cuatro clavos de acero que usa en pies y manos todos los años; cada uno mide diez centímetros.

A sus 58 años de edad y luego de 32 años de crucificarse, asegura que ya no siente dolor.

De todo el peso que sientes, ya no te enfocas en él porque ahora me siento genial”, aseguró.

Este año, más de 50 mil personas contemplaron la crucifixión de Rubén en una cruz de 40 kilos fabricada por el Filipino.

Con información de Alan Pérez

LHE