SALUD

Pie equinovaro, un padecimiento fácil de corregir

 

A los cinco meses de embarazada, en un ultrasonido, Guadalupe García supo que algo no estaba bien con su bebé, le dijeron que tenía pie equinovaro y que con este padecimiento no podría caminar.

“Ya cuando él nació así, fue una noticia muy triste el momento, porque uno no sabe cómo va a actuar y que va a pasar con el después, si va a ser alguien normal o ya no va a poder caminar” explicó Guadalupe García.

El pie equinovaro es un defecto congénito, en el que el pie, se encuentra invertido hacia dentro. Sin tratamiento, las personas afectadas no pueden caminar bien, este padecimiento ocurre en aproximadamente uno de cada 1000 recién nacidos según con información de la Sociedad Mexicana de Ortopedia Pediátrica.

“Hoy en día el tratamiento que desde el punto de vista médico se conoce como Gold Standart para el pie equinovaro, es el tratamiento con el método de Ponseti que consiste en la colocación de una serie de yesos, que nos van permitiendo corregir el pie, posterior a la corrección del pie se realiza una pequeña cirugía en lo que es la parte de atrás del piecito sobre el tendón de Aquiles. Después de eso, el paciente tiene que usar una barra con una férula, unos zapatos de manera especial y esta barra la tienen que utilizar hasta los cinco años de edad”, detalló Gilberto Ríos, ortopedista pediatra del Hospital Shriners de Niños de la Ciudad de México.

Male García, presidenta de la Fundación Mexicana del Pie Equinovaro, la única asociación en el rubro que existe en el país, tuvo la experiencia de tener una hija con este padecimiento, después de consultar diversos hospitales en un largo viacrucis, encontró a un especialista que aplicó correctamente el método Ponseti en su hija, y ella ahora ya no tiene pie equino varo y es una deportista de alto rendimiento.

Male García se ha dedicado a compartir su experiencia y ayudar a otras personas que pasan por la misma situación.

“Podemos encontrarnos a algún chavito en la calle o en la sierra o en alguna vacación que tienen esa malformación y que sus padres no saben que se puede corregir y que realmente es fácil. Nosotros lo que necesitamos sobre todo es recursos para poder seguir dando el apoyo a los padres, la fundación lo que hace es cobijar a estos padres, apoyarlos, darle todo lo que necesitan” comentó la presidenta de la Fundación Mexicana del Pie Equinovaro.

“El ver a mi hijo caminar es una alegría, porque recuerdo cuando el nació, yo me preguntaba si él iba a poder caminar y ahora verlo correr caminar, la felicidad que uno siente es inexplicable”, explicó Guadalupe García, madre de niño con pie equinovaro.

Guadalupe García y su esposo, el señor Rafael Jaimes, han sido muy disciplinados en el tratamiento de su hijo, el pequeño Gael tiene 2 años y ya no tiene invertidos los pies, pero aún deberá continuar usando férulas especiales hasta que tenga 6 años de edad.

Con información de Irlanda Maya

MAP