El peso mexicano se apreciaba la mañana del lunes, en línea con otras monedas del mundo, ante un debilitamiento generalizado del dólar que registró la semana pasada su mayor ganancia en un mes.
El repunte que tuvo el peso de México luego de las elecciones presidenciales de este mes encontraría resistencia los próximos días bajo la forma de una persistente incertidumbre acerca de las políticas del nuevo gobierno y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El peso cerró el viernes a alrededor de 18.89 por dólar, en su cuarta semana consecutiva de recuperación, después de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dio señales para tranquilizar a los mercados.
Los riesgos domésticos y externos sugieren que el peso tendrá dificultades para mejorar materialmente en el corto plazo”, dijo el reporte mensual de julio de Scotiabank, que incluyó una estimación de la moneda cotizando a 20.19 por dólar hacia el final del trimestre en curso.
El banco privado también estimó que, en caso de que la próxima administración ponga presión sobre las finanzas públicas pese a su promesa de mantener disciplina fiscal, podría haber reacciones negativas en los mercados financieros.
Analistas técnicos dijeron a medios que el tipo de cambio podría buscar un soporte en los 18.60 por dólar, a corto plazo, si es que se mantiene la tendencia a la baja.
Además, destaca el ritmo lento de las discusiones del TLCAN, de las cuales se espera una pronta restauración de las negociaciones hacia finales de julio, como lo adelantó anteriormente el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo.
Persiste la posibilidad de que se observen episodios de aversión al riesgo relacionados con la guerra comercial entre Estados Unidos y China”, establecieron analistas de Banco BASE en un reporte.
Con información de Reuters
asa.
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