ECONOMíA

Peso argentino se derrumba, pese a financiamiento de FMI

El peso argentino sufrió una depreciación del 18.8 por ciento, su mayor derrumbe diario desde diciembre de 2015, al aumentar la desconfianza de los inversionistas en la política financiera del país en medio de una aceleración de una crisis económica.

La moneda cayó pese a los esfuerzos del Gobierno de demostrar el adelanto de un financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de un discurso del presidente, Mauricio Macri, para ratificar el compromiso por disminuir el déficit fiscal para despejar dudas de insolvencia.

La moneda interbancaria caía en 18.8 por ciento, a un piso mínimo de 42 por dólar, con ausencia de oferta de divisas por parte de exportadores y una demanda considerada como “masiva”, conformada por mayoristas y minoristas. En tanto, las tasas interbancarias subieron en unos 2,400 puntos base, a 65 por ciento anual promedio.

Operadores del mercado dijeron que el nerviosismo durante la jornada era el mayor de los últimos tiempos, frente a una moneda local que perdía más de la mitad de su valor frente al dólar sólo en el 2018, con una inflación que cada vez recorta más el poder adquisitivo de la población.

La recesión (económica) es el principal problema del Gobierno. Si no se regenera la confianza, se sigue pagando con suba del dólar”, dijo el economista Federico Furiase de la consultora EcoGo. “El mercado sigue bajando el pulgar y tiene impacto en la economía real (…) al margen de que el contexto internacional es adverso para las economías emergentes”, agregó.

El presidente argentino Mauricio Macri anunció el miércoles que se acordó un adelanto de fondos con el FMI para garantizar el financiamiento del país, en medio de temores de que el Gobierno deje de pagar deuda. Sin embargo, tampoco sus palabras lograron poner un freno a la depreciación del peso argentino durante este jueves.

La devaluación del 18.8 por ciento es la segunda más grande de la presidencia de Macri, quien a la semana de asumir en diciembre de 2015 liberó el mercado cambiario y el peso argentino cayó casi un 30 por ciento en una sola jornada.

El Banco Central de la República Argentina se vio obligado a ofrecer 500 millones de dólares a licitar previo al cierre con el objetivo de lograr marcar un precio final de mercado dada la mayor volatilidad diaria desde que en diciembre de 2015 se liberó la plaza cambiaria.

El banco central acumula ventas por 710 millones de dólares de sus reservas para contener al peso argentino, aunque sin mayores resultados, pues la moneda acumula una caída de 34.71 por ciento en agosto. Enel transcurso del 2018, se ha depreciado en un 55.60 por ciento.

El cierre de posiciones (a futuro) que tienen vencimiento el viernes potenció la demanda de divisas en un contexto de incertidumbre y alta volatilidad”, explicó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.

Diferentes funcionarios del Gobierno intentaban el jueves contener la crisis financiera con mensajes de optimismo, pero en el mercado aumentaba la incertidumbre de los inversionistas y las críticas de los empresarios.

Con información de Reuters

asa.