Pescadores de California piden solucionar tráfico de totoaba y extinción de vaquita marina

Con el objetivo de conocer la situación actual de protección a la vaquita marina, así como los detalles del combate contra el comercio ilegal de la totoaba, se llevó a cabo en la Paz, Baja California Sur, una reunión entre autoridades ambientales de los tres niveles de gobierno y la Secretaría General de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Se nota que no ha funcionado porque para nosotros vemos que se siguen perdiendo vaquitas, que siguen los bucheros en el agua, y eso tiene que ser el paso primordial, pero les aseguro que ayer en la reunión, todo el mundo aceptó eso, y el número uno de la iniciativa es: gobernanza”, dijo Ivonne Higuero, secretaria General de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna, CITES.

La secretaria general del CITES, Ivonne Higuero, se reunió con los representantes de las comunidades pesqueras que bordean el Alto Golfo de California como San Felipe, Baja California y Santa Clara, Sonora, quienes le expusieron la grave situación económica y social que atraviesan.

Le planteamos las necesidades de las comunidades, qué problemas tenemos socialmente, económicamente”, dijo Carlos A. Tirado, representante de la Federación Regional Pescadores Santa Clara, Sonora.

Para proteger a la vaquita marina y a la totoaba en la zona del Alto Golfo, se estableció el programa de “No Pesca” desde el 2015 con el apoyo económico del gobierno federal como compensación a los pescadores, sin embargo, el apoyo se suspendió, pero se mantuvo la prohibición de pescar.

Marzo fue cuando llegó el pago del mes de diciembre y 15 días del mes de enero y a partir del 15 de enero se canceló todo el apoyo económico para el sector pesquero”, destacó Ramón Franco, representante de la Federación de Pangas de Pesca Ribereña de San Felipe, Baja California.

Los pescadores solicitaron a las autoridades que los escucharan y buscar alguna solución.

Al no tener respuesta de ellos, le hicimos un ultimátum el día 21 de marzo. Les dimos de tiempo 48 horas, si no cumplían nos íbamos ir al agua a mandar las pangas a trabajar, cosa que se tuvo que llevar a cabo porque no tuvimos respuesta del gobierno federal, entonces ¿por qué lo hicimos? por necesidad”, dijo Ramón Franco, representante de la Federación de Pangas de Pesca Rivereña de San Felipe, Baja California.

Porque tenemos muchos problemas con la ilegalidad de gente que se vino de afuera y nos están invadiendo en San Felipe las gentes de afuera, entonces es el planteamiento que le hicimos a ella”, insistió Javier Valverde, representante de pescadores de San Felipe, Baja California.

La población de ambas comunidades es de unos 20 mil habitantes con cerca de 800 embarcaciones legales, pero con más del doble de ilegales que siguen impactando la zona con la pesca a pesar de estar prohibida.

La secretaria general del CITES ofreció intervenir para buscar que el Gobierno Federal encuentre una solución viable, pero que continúe la protección de la vaquita marina y la totoaba.

Comunicándole que los pescadores me han venido a ver y me han dicho que están desesperados, que necesitan un remedio rápidamente a este problema, porque no tienen para alimentar a sus familias, para cuidar a sus familias”, concluyó Ivonne Higuero, secretaria general de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna, CITES.

Los pescadores de estas comunidades, basan su sustento en el 95 % de la actividad pesquera del “Pez Chano”, por lo que les es imposible acatar el programa de “No Pesca” sin la compensación que solían recibir del Gobierno Federal.

 

Con información de Armando Figaredo

KAH