En el Estado de México, perros entrenados están auxiliando a custodios de los penales estatales a detectar el litio y otros componentes de los teléfonos celulares para evitar así su ingreso a las cárceles y la posible comisión de delitos como la extorsión telefónica.
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Una extorsión dentro del Penal Neza Bordo, en el Estado de México, fue grabado con un teléfono celular. Después fue enviado a familiares de los internos para extorsionarlos.
El Estado de México es donde se registra el mayor número de extorsiones en el país. De enero a julio de este año se han registrado 2 mil 721 denuncias por este ilícito, según datos del secretariado ejecutivo de Seguridad Pública.
“Nos dimos cuenta de que no teníamos un programa en sí para detectar este tipo de objetos. Los teléfonos dentro de las cárceles son objeto de diversos delitos hacia el exterior. Ellos los utilizan para extorsiones, ordenar secuestros u otro tipo de delitos de impacto a la sociedad”, dijo Jorge Ramírez, de la Unidad Canina Control Penitenciario Estado de México.
En el Penal de Otumba, 18 perros entrenados acompañan a los oficiales en operativos para combatir este delito dentro de los penales mexiquenses.
Once perros fueron donados por el gobierno de Estados Unidos y 7 entrenados en México para localizar el litio de las baterías, los componentes metálicos y los polímeros de plástico que poseen los celulares. Uno de ellos es mira, una perra especializada en detección de celulares.
“El olfato canino es como un Rayos X para nosotros. Ellos pueden detectar por medio del olfato cosas que no vemos, cosas que están muy escondidas a donde los ojos o las manos de nosotros no llegan”, afirmó Ramírez.
Desde el inicio del programa en 2018, los canes han detectado más de mil 600 celulares dentro de penales del Estado de México.
“El poder trabajar con un perro no es sólo un perro, es un compañero de trabajo que hacemos equipo”, señaló el Oficial Morales, de la Unidad Canina Control Penitenciario Estado de México.
A una de las manejadoras de esta unidad canina, le asignaron a su compañera ‘Hein’ en 2019, cuando se capacitó en Orlando, Florida.
“Es muy dedicada, es muy lista a donde la lleve ella busca y donde encuentra quietecita”, insistió el Oficial Morales, de la Unidad Canina Control Penitenciario Estado de México.
‘Hein’ también puede detectar, además de celulares, cinco drogas como mariguana, metanfetaminas, cocaína, heroína y LSD.
“A nuestros ojos no podemos percatarnos de cosas, pero con el olfato nos ayudamos muchísimo”, refirió el Oficial Morales.
Estos perros también realizan labores de guardia, detección de sustancias y protección en distintos puntos de los penales, como titán, que fue entrenado en México para contener a los presos y atacarlos en caso de que se tornen violentos.
“Ahorita por ejemplo fentanilo, sería muy importante. Tenemos que empezar a preparar a esos perros antes de que esas sustancias nos lleguen a las instalaciones penitenciarias”, concluyó Jorge Ramírez, de la Unidad Canina Control Penitenciario Estado de México.
Con información de Raymundo Pérez Arellano
KAH