El 6 de diciembre de 2016, el periodista, Max Rodríguez, confesó en una entrevista al portal Culco BCS, que sufría de amenazas telefónicas por su labor informativa; incluso hubo mantas en su contra.
Cuauhtémoc Morgan, director del Colectivo Pericú, dijo que “en muchos comentarios que hacía el reportero, Max Rodríguez, a sus coberturas de sucesos policiacos, vienen implícitas amenazas contra su persona de parte de personas anónimas”.
Entonces Max afirmó: “Amenazas las han tenido todos los que andamos en esto, pero acuérdate que estos no amenazan: actúan, aunque estas mantas son otra cosa. Sí me hablaron por teléfono que ‘ya le pare, que no le haga, que va a cargar'”.
Sin embargo, a su jefe del Colectivo Pericú nunca le manifestó alguna situación que lo pusiera en peligro, “jamás él me indicó que estuviera siendo objeto de acoso, persecución, amenazas directas o algo que me indicara a mí que su persona estaba en riesgo”, señaló Cuauhtémoc Morgan.
Hasta este momento continúan las investigaciones por su homicidio, ocurrido el viernes pasado, en el estacionamiento de un centro comercial de La Paz, BCS.
Las indagatorias sólo han arrojado que dos individuos, a bordo de una camioneta, se acercaron hasta el vehículo del reportero y le dispararon con un arma larga que ha sido usada en otros crímenes.
Erasmo Alamilla, procurador general de Justicia de BCS, detalló que “es posible establecer que el arma con la que fue privado de la vida el señor Max Rodríguez se utilizó nueve días antes, para privar de la vida también a un comandante de la Policía Estatal en esta ciudad de La Paz”.
Indicó que “hay la participación de armas de fuego que se relacionan en tres distintos eventos”.
Con información de Fátima Monterrosa.
RMT
