Enrique Peña Nieto rindió su sexto y último informe como presidente de México.
Políticos, diplomáticos, funcionarios públicos locales y federales, empresarios, luchadoras sociales, gobernadores. Mil 500 personas asistieron a un mensaje que sabría a despedida.
No hubo manifestaciones multitudinarias, solo el intento del diputado Gerardo Fernández Noroña de entrar a Palacio Nacional.
Su mensaje, en el patio central, se guió por los cinco ejes de su gobierno. Intercalaba apoyos audiovisuales. Destacaba logros y era interrumpido en algunos reconocimientos.
“En nombre de la Nación, expreso mi mayor reconocimiento institucional y mi gratitud personal, a los integrantes del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina de México”, dijo el presidente Peña Nieto.
(Presidencia de la República)
Aseguró que al concluir su administración habrá cumplido con 97 por ciento de los compromisos que hizo en 2012, pero también habló de los pendientes.
“Estoy consciente de que no alcanzamos el objetivo de recuperar la paz y la seguridad para los mexicanos en todos los rincones del país”, apuntó el presidente Peña Nieto.
Dedicó la parte final de su mensaje a señalar que, a partir del primero de diciembre, México iniciará una nueva etapa y que, a pesar de lo que faltó por hacer, entregará al próximo gobierno un país con fortalezas.
“He de reconocer que no en todas las asignaturas alcanzamos los objetivos propuestos, sin embargo, puedo asegurar que siempre actuamos para remover los obstáculos que habían impedido, por largo tiempo, un desarrollo pleno “, destacó el presidente Peña Nieto.
Los últimos momentos del mensaje que duró una hora 37 minutos, fueron para agradecer y reconocer a su familia, especialmente a su esposa e hijos.
“Gracias a mi esposa Angélica, por la compañía, la fortaleza y apoyo permanente que incondicionalmente me ha dado, muchas gracias, amor, a nuestros hijos por su cariño, por su alegría, la que me contagian todos los días, por comprender el tiempo que les tocó vivir y por estar siempre a mi lado”, apuntó el presidente Peña Nieto.
Y definió así su sentir en el cargo:
“Mi más profundo agradecimiento a México que en mi diario quehacer me inyectó ánimo y energía, para mantener la entereza y el carácter necesarios para la conducción de la República con pasión entusiasmo, alegría, patriotismo y entrega. Ha sido el más alto honor de mi vida servir a México como presidente de la República. Muchas Gracias.
(Presidencia de la República)
De ahí, el verdadero momento de la despedida, de colaboradores, de los gobernadores presentes, de empresarios, organizaciones sociales, presidentes de partidos, representantes de la Iglesia, de todo aquel que quisiera estrecharle la mano.
Con información de Juan Sebastián Solís.
LLH
