ARTE Y CULTURA

Pátzcuaro, tradición y nostalgia por Día de Muertos

En Pátzcuaro, Michoacán, habitantes del lugar mantienen vivas las tradiciones de Día de Muertos, decorando las tumbas de sus seres queridos con flores, comida y veladoras.

[bc_video video_id=”5632619990001″ account_id=”1325727373001″ player_id=”default”]

 Aquí se encuentra mi esposa y se llamaba Delia Barrón Abundis, aquí la tradición cuando estás en vida, tratan de reflejar tu alegría, lo que a ti te gustaba de comer en las fiestas. Como nosotros vivíamos últimamente en Guadalajara, entonces los mariachis, íbamos a la plaza de los mariachis a comer, a divertirnos, entonces ahora se trata de reflejar aquí, el carrito de novia fue cuando nos casamos”, explicó Amarfi Onofre, habitante de Tzurumútaro.

La actividad empieza desde temprano cuando los habitantes limpian las tumbas y colocan el cempasúchil, la nube, el crisantemo y la flor de terciopelo en las tumbas.

Algunos también colocan ofrendas de lo que más amaba el difunto, para complacerlo.

En el cementerio del poblado de Tzurumútaro donde la mayoría de las tumbas están al ras de suelo. Parece una alfombra de colores, un mosaico donde abunda el color naranja.

Los habitantes cumplen con la tradición de muertos, de generación en generación, hasta que dios les presta vida, como dice Herminio Alejandro, de 93 años de edad.

Todos son mi familia, todos estos, éste, éste. Es que son mi familia. Tiene que recordar uno de los padres por eso que hacemos. Es un cementerio de la Revolución”, explicó Herminio Alejandro Morales, habitante de Tzurumútaro

En el cementerio del Santo Cristo, en Pátzcuaro, Socorro Martínez aún con su andadera no se perdona faltar este día.

Celebración de Día de Muertos en Pátzcuaro, Michoacán (Twitter/@michangoonga)

 Aquí tengo a mi papá y a mi mamá, atrás tengo a mi hermano. Para mí venir y rezarle un padre nuestro, venir y traer las flores me tranquiliza”, aseguró Socorro Martínez, habitante de Pátzcuaro, Michoacán.

Parte fundamental de este panteón en el centro de Pátzcuaro son alrededor de 12 jovencitos limpia tumbas, que se sientan a la entrada.

Nos traemos el asador, algunas cubetas y algunos hasta trapitos para limpiar las lápidas. Le quitamos el zacate y levantamos la tierra a las lápidas las lavamos”, aseguró Francisco, limpiador de tumbas.

Cuando llega un cliente acuden de inmediato, con gran habilidad manejan el azadón.

Estamos limpiando la tumba, sí, más la tierra también ya le quitamos la hierba, ahorita nomás vamos a tirar el pasto a la basura”, señaló Jorge, limpiador de tumbas.

Pero la noche el escenario se transforma, no hay luz eléctrica y las veladoras son la única luz que iluminará el camino de las ánimas que vienen a visitar a los familiares, ofrecen un ambiente místico y nostálgico.

La gente reflexiona y platica para recordar, otros cantan las favoritas de su difunto.

Con información de Adriana Valasis

MAP