POLíTICA

Partido gobernante en Camboya arrasa en elecciones generales

El gobernante Partido del Pueblo de Camboya (PPC) arrasó en las elecciones generales que se celebraron hoy en el país, cuya legitimidad ha sido puesta en entredicho tras la ilegalización del principal partido de la oposición.

Según los resultados preliminares difundidos por la televisión estatal para cada una de las 25 provincias, el PPC se ha impuesto en todas ellas con más del 80 por ciento de los votos válidos emitidos.

Los resultados, que la comisión electoral prevé anunciar de forma oficial el 15 de agosto, permitirían al PPC hacerse con la gran mayoría de los 125 escaños del parlamento que había en juego en la votación.

El veredicto de las urnas permite alargar cinco años más el mandato del primer ministro, Hun Sen, quien ostenta el cargo desde 1985 y que poco después del cierre de las urnas dio las gracias al electorado.

“Gracias compatriotas por haber elegido la senda de la democracia y haber ejercido vuestros derechos”, dijo el dirigente de 65 años en su página de Facebook.

Más de 8.3 millones de camboyanos estaban llamados a las urnas en estas elecciones a las que se presentaban otras diecinueve candidaturas, la mayoría creadas los últimos meses, entre las cuales no estaba el Partido para el Rescate Nacional de Camboya (PRNC).

Esta formación, que en 2013 obtuvo casi la mitad de los votos y en los comicios locales de junio de 2017 volvió a amenazar la hegemonía del PPC en las urnas, fue ilegalizada en noviembre por el Tribunal Supremo.

La medida culminó una ofensiva judicial instigada por el Gobierno que llevó al encarcelamiento del líder opositor y la huida al exilio de un centenar de sus dirigentes, que llamaron a sus seguidores a boicotear la votación.

La comisión electoral negó cualquier efecto del boicot al situar la participación en el 82 por ciento, trece puntos más que hace cinco años.

El presidente de la institución, Sik Bun Hok, indicó que 6,8 millones de personas acudieron a votar, cifra ligeramente superior a la de hace cinco años cuando, no obstante, el número de electores registrados para votar fue mayor.

“Es un gran éxito”, dijo en rueda de prensa, Bun Hok, quien destacó el desarrollo pacífico y sin incidentes de la jornada.

Durante el recuento, imágenes difundidas en las redes sociales mostraron numerosas papeletas en blanco o marcadas como voto nulo en varios colegios, lo que revelaría un importante voto de protesta, pero sobre las cuales, Bun Hok evitó hacer comentarios.

En varios de estos centros de Phnom Penh, el flujo de votantes fue constante durante las primeras horas de la votación, pero a media mañana muchos de ellos mostraban un aspecto poco concurrido, al igual que las principales calles de la ciudad.

“Estoy muy contento. El líder ha ganado”, dijo a Efe un joven apenas 34 minutos después de la apertura de uno de los centros habilitados en la capital.

“No es un buen presidente. Esto no es bueno para el país”, dijo a Efe un mototaxista, seguidor de la oposición ilegalizada, tras votar en otro colegio de la ciudad.

La ofensiva contra el PRNC, que se extendió a la sociedad civil y prensa independiente, llevó Estados Unidos, la Unión Europea, la relatora de la ONU y varias ONG a cuestionar la limpieza de la votación, acusaciones que el presidente de la comisión electoral rechazó.

“No ha habido intimidaciones en absoluto. La gente conoce sus obligaciones y sabe ejercer sus derechos para elegir al líder que haga al país más fuerte”, dijo Bun Hok.

“Seguiremos observando si la comunidad internacional respeta la voluntad de nuestro pueblo o no”, añadió.

El Gobierno camboyano defendió el carácter democrático de los comicios, señalando la pluralidad de candidaturas y la presencia de más de 80.000 observadores.

Entre ellos estuvo una delegación de la Internacional Demócrata de Centro (IDC) encabezada por el expresidente de Colombia Andrés Pastrana, quien defendió la limpieza de los comicios.

“Yo creo que sí”, dijo Pastrana a Efe preguntado sobre si la votación puede considerarse legítima.

“Camboya es una democracia joven y como en todas las democracias hay imperfecciones (…) Hay que mejorarlo y ver la historia de este país en su contexto. Y hay que ver donde estaban hace 20 años y donde están hoy”, añadió.

Unas 23 organizaciones nacionales e internacionales de control electoral criticaron, en cambio, la presencia de muchos de estos observadores a los que acusaron de “parcialidad”, vínculos con el PPC y falta de preparación.

Las elecciones fueron las sextas desde que la ONU organizó la primera votación democrática en 1993, dos años después de los acuerdos de paz que pusieron fin a más de dos décadas de guerra civil entre varias facciones, entre ellas el Jemer Rojo.

Con información de EFE.
RAMG