POLíTICA

El papa pide no dejar a merced de las olas a quien huye del hambre

El papa Francisco pidió este viernes que “no se deje a merced de las olas a quien deja su tierra hambriento de pan y de justicia” durante una audiencia a la Federación de Maestros del Trabajo de Italia.

En su discurso, Francisco pidió que las “Bienaventuranzas de los Evangelios” nos enseñen “a nosotros y a nuestro mundo a no dejar a merced de las olas a quien deja su tierra hambriento de pan y de Justicia”.

Francisco instó a evitar “la cómoda ilusión de que, de la rica mesa de pocos, pueda llover automáticamente bienestar para todos”.

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El papa argentino también denunció que existen muchas personas “que quedan excluidas del proceso económico” y “que sufren aplastados por las violencias y las guerras o la degradación del medioambiente”.

Cuántos, oprimidos por la marginalidad a la que les han obligado, sufren ante la falta de perspectivas positivas para el futuro”, agregó.

Francisco hizo un llamado para que el mundo no sea “pasivo e indiferente a la debilidad y sufrimiento que toca a tantas personas”.

EL PAPA DENUNCIA LA EXPLOTACIÓN Y CONSIDERACIÓN COMO OBJETO DE LA MUJER

Por otra parte, el papa Francisco denunció hoy la explotación de las mujeres y su consideración en algunos ámbitos de la sociedad como meros objetos, en la homilía de su cotidiana misa matutina en la capilla de su residencia, la Casa Santa Marta.

Francisco dedicó hoy en la misa en Casa Santa Marta a todas “las mujeres descartadas, a las mujeres usadas, a las niñas que tienen que vender su dignidad por un trabajo”.

Y recordó que descartar a la mujer “es un pecado contra Dios Creador”, porque sin ellas, “los hombres no podemos ser imagen y semejanza de Dios”, se lee en la transcripción de la misa publicada en una página web de información del Vaticano.

Denunció que “en los programas de televisión, revistas, periódicos, vemos a las mujeres como un objeto de deseo, de uso; como en un supermercado”.

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Y que para vender “una determinada cantidad de tomates”, es “humillada, a veces sin ropa, tirando así por tierra esa enseñanza de Jesús que la dignificó”

Pero también que esta “humillación y explotación” existe en “otra dimensión más oculta, la de las oficinas, de las empresas”, señaló Jorge Bergoglio,

Aseguró que existe “un ensañamiento contra la mujer, un ensañamiento feo”.

“¿Pero cuántas veces las chicas necesitan venderse como un objeto desechable para tener un puesto de trabajo? ¿Cuántas veces?”, se preguntó Francisco y explicó que esta situación se vive en todos los lugares del mundo.

“Aquí en Roma. No hay que ir tan lejos”, dijo, “bastaría hacer un peregrinaje nocturno por ciertas calles de la capital italiana para ver a muchas mujeres, tantas migrantes y tantas no migrantes explotadas como en un mercado”.

A estas mujeres, subrayó, “los hombres se les acercan, no para decirles buenas tardes sino para preguntarles: ¿cuánto cuestas?”.

“Nos hará bien, mirar a estas mujeres y pensar que, frente a nuestra libertad, ellas son esclavas del pensamiento del descarte”, concluyó Francisco.

Con información de EFE

AAE