ECONOMíA

Pandemia obliga a niños y jóvenes a abandonar la escuela y trabajar para ayudar a su familia

En Campeche no hay conexión a internet y es poca la comunicación con los profesores, por lo que los menores pierden el interés.

La pandemia del coronavirus provoca deserción escolar en Campeche, ya que niños y jóvenes están optando por trabajar para ayudar a la economía familiar

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“Ahorita estamos azando tierra, estamos sembrando plantitas porque mi papá casi no puede y yo lo tengo que ayudar”, dijo Yahir Priego, exestudiante del ejido Vicente Lombardo Toledano.

“No había dinero para comer, pues decidí ayudar a mis padres en el campo”, dijo Neftalí Nieto.

Yahir y Neftalí frenaron sus estudios básicos para apoyar con los gastos en casa por los estragos económicos de la pandemia en la comunidad Vicente Lombardo Toledano, en el municipio Candelaria. Yahir, de 10 años de edad, y a quien sólo restaba un año para concluir la primaria, afirma que aporta más a su familia cuando ayuda a su papá a sembrar árboles, maíz y frijol.

“Me gusta cosechar milpa, sembrar, y chapear. Me gusta ayudar a mi familia”, insistió Yahir.

“Ahorita trabaja aquí tranquilo conmigo, pero más adelantito puede ir a un trabajo más duro y ya no le va a gustar. Hay dos, tres jornales, porque también los patrones no tienen recursos para pagar la semana completa”, explicó Darvin Priego, padre de Yahir.

Neftalí, de 14 años, no concluyó el primer año de secundaria por no contar con dispositivos ni internet. En julio comenzó a trabajar con su papá, luego de que el señor de 43 años enfermara de gravedad y la economía de la casa colapsara.

Desde las seis de la mañana, ambos se dedican a cortar las ramas de árboles de melina, cuya madera se usa para fabricar papel, un trabajo en el que cobran 70 centavos por tronco, a la semana obtienen mil 600 pesos.

“Es que estos gajos se tumban para que el árbol quede limpio, recto. Yo voy a seguir estudiando, pero más adelante, pues, cuando se recomponga un poco la economía”, agregó Neftalí.

Raymundo Nieto, papá de Neftalí, dijo: “Nos vimos en la necesidad de, de sacarlo, pues, de la escuela. Platicamos con él, haciéndole ver la situación, verdad, que estábamos atravesando”.

Con el trabajo de Neftalí no solo sostienen a la familia, se ahorran los 120 pesos semanales que él gastaba para llegar a la secundaria.

Las autoridades campechanas han detectado la deserción que ha provocado la pandemia en las comunidades. No hay conexión a internet y es poca la comunicación con los profesores, por lo que los menores pierden el interés.

Ricardo Koh Cambranis, secretario de Educación en Campeche enfatizó que muchos de los niños están en una disyuntiva, abandonar la parte de los estudios para ponerse a trabajar.

Alicia, que vive en El Huiro, municipio de Escárcega, asegura que durante la cuarentena sus tres hijos perdieron interés por la escuela. Su hijo Dionisio prefiere ayudar a su padre en el campo, donde gana 200 pesos diarios.

“Cuando me pagan le compro mercancía a mi mamá”, dijo.

“Tengo otro problema, las dos niñas, lo mismo me está pasando, que ya no quieren ir a la escuela”, agregó Alicia.

“Hay niños que empiezan a trabajar, conocen la parte de la economía y aquí sí gano, y en la escuela no”, concluyó Bizmar Kú, profesor de la primaria del ejido Vicente Lombardo Toledano.

Con información de Guillermo Rivera y Víctor Olvera

KAH