En un pequeño cuarto de azotea de la zona del Mercado República en la capital de San Luis Potosí, se localiza desde hace más de 40 años un taller de restauración de figuras religiosas de yeso, conocido como el “Hospital del Niño Dios”
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Los propietarios, Don Armando Vargas y Josefina Contreras, quienes iniciaron esta tarea de restauración de figuras para nacimientos, se resguardaron por la pandemia, pero el negocio quedó en manos de su hijo Armando Vargas.
“Me gusta, dicen que cuando un trabajo te gusta, no es trabajo, como a mi me gusta mucho hacer esto, me entretiene, me gusta ver hasta como cambian los niños cuando uno los arregla, unos los pinta. Me gusta cuando lo entrego y la gente agradecida por el trabajo”, destacó el restaurador Armando Vargas.
Pandemia afecta negocios tradicionales en San Luis Potosí. FOTO Cuartoscuro
Aquí, cada año se dan a la tarea de reparar y pintar más de 600 figuras de yeso, pero este año por la emergencia sanitaria el número disminuyó.
“Bueno este año me bajo, mucho, pero yo creo entre 300 niños, entre figuras de Jose y María, niños Dioses, reyes magos y pastores, cuando en otro año hasta 600”, detalló.
Este taller tiene múltiples piezas religiosas que sufrieron daño y han sido reparadas, otras que esperan turno; reyes magos, imágenes de la virgen de Guadalupe, María y José, pastores, santos y hasta elefantes.
“Yo espero a Dios que me de mas años y la vista, que me permita ver, seguir viendo bien para poder acer bien mi trabajo” insistió Armando Vargas, restaurador.
“Hermosísimo, hermosísimo el niño Dios, voy muy contenta con el trabajo”, insistió la clienta Matilde Chávez.
El cobro por este trabajo es casi simbólico y queda como testimonio en los nacimientos de muchos hogares que tienen piezas religiosas muy queridas, herencias de familia, que sufrieron algún daño y han sido reparadas en el “Hospital del Niño Dios”.
Con información de José Aguilar Noyola
KAH
