ESTADOS UNIDOS

Tras separarlos en EU, padres migrantes desconocen paradero de sus hijos

Pues al niño nomás lo agarraron y lo encerraron en otro lugar; donde tenían muchos niños. A mí me metieron donde había muchas madres. Algunas tenían hijos, otras no. Yo me controlé, porque tenían muchos niños ahí. Y le pregunté a un oficial, si me lo iban a dar y me dijo que sí. Después me llamaron para hacerme preguntas. Me hicieron preguntas, me acercaron al niño y me dijeron, ‘-despídase de él, porque lo vamos a trasladar.’ Y para dónde?”, narró la inmigrante detenida María Bastidas.

Han pasado tres semanas desde que María, una inmigrante guatemalteca, fue separada de su hijo en un centro de detención en McAllen, Texas. Una madrugada mientras estaba en su celda; autoridades migratorias le arrebataron a Samuel, su hijo de tres años. Desde entonces, no sabe nada de él.

Me dijeron que me despidiera y ahí nomás me dejaron. Hasta hoy no sé nada de él”, detalló María.

Esta complicada y cruda realidad se ha vuelto la constante en los centros de detención.

Tras separarlos en EU, padres migrantes desconocen paradero de sus hijos. (Reuters)

Nos separaron ahí a los padres, con los niños. Los niños aparte y los padres, aparte. Mañana, dijeron, van a ir a una corte. Se los van a llevar en los buses, los van a traer. Y después de estar ahí, van a poder estar con sus hijos, me dijeron”, afirmó Jeremías Castro, un inmigrante que fue deportado a Honduras.

Esta situación pudiera compararse con lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los agentes de la SS; separaban a los padres judíos de sus hijos, “asegurándoles” que volverían a estar juntos. La promesa de reunificación de estos padres indocumentados con sus hijos detenidos, por parte de los oficiales estadounidenses, según el testimonio de Jeremías Castro, un padre hondureño indocumentado, también ha sido un engaño.

Pues nombre! A nosotros ya nos llevaron a prisión. Y los niños, ya no nos dieron lugar a verlos. Pasaron quince días, y ya nunca más los vimos. Al venir de la corte, ellos nos dijeron que íbamos a poder estar con nuestros hijos. Pero todo esto fue una mentira, porque ya no nos dejaron verlos, ya no nos dejaron estar con los niños. ¡Ya no!””, señaló Jeremías.

Lo que hace el caso de Don Jeremías aún más trágico; es que él no fue capturado por Inmigración. Él buscaba asilo político en los Estados Unidos; y en su lugar, fue separado de su hijo de 11 años y después, lo deportaron sin él.

Tras separarlos en EU, padres migrantes desconocen paradero de sus hijos. (AP)

Nos capturaron. Nosotros nos entregamos. Porque yo iba con mi hijo con la idea de entrar, legalmente, pidiendo el apoyo de ellos, que nos ayuden. Me ayudaran a mí, para quedarme a trabajar allá. Para mí y mis demás familiares aquí en Honduras”, reiteró el inmigrante hondureño.

Una violación de las leyes internacionales, ya que su petición de asilo político, no solo terminó en su encarcelamiento, sino además en la separación injustificada de su hijo; quien sigue detenido en algún lugar del país y para colmo, la deportación casi inmediata de don Jeremías. Quien lleva ya tres semanas en Honduras, sin saber nada de su pequeño Josué.

Nos dijeron que estábamos deportados. ¡Que a los niños los iban a dejar allá! ¡No nos dieron opción para poder quedarnos a trabajar por estos niños!”, concluyó Jeremías Castro.

En los más de 19 días de pesadilla, la familia de Jeremías, específicamente la novia de Jeremías quien reside en Estados Unidos, sólo ha recibido una llamada de las autoridades federales, que lejos de dar respuestas sembró más dudas.

Tras separarlos en EU, padres migrantes desconocen paradero de sus hijos. (Reuters)

No me quisieron decir nada. Yo les estuve preguntando, pidiéndoles información. Pidiéndole la ciudad, de donde estaba. Lo único que me dijo la muchacha que estaba llevando el caso, es el nombre del lugar. Que estaba en Southwest Keys. Pero, no sé en qué ciudad. Porque hay muchos lugares, ¡yo le pregunte! Porque hay en Austin, hay otro en Brownsville”, explicó María Luisa.

Southwest Keys administra 26 albergues en toda la Unión Americana. Hasta el momento ninguna persona dentro del organismo ha podido darle a la familia Castro datos sobre el paradero de Josué.

Al igual que Jeremías, cientos de padres, pasan los días con la angustia de no saber nada de sus pequeños.

Nos entró una preocupación una desesperación. Nosotros lloramos porque a nuestros hijos ya no lo íbamos a ver. Sin saber el paradero de ellos. Y muchos llorábamos por la frustración que sentimos”, concluyó el señor Jeremías

Leer también: Manifestantes en Texas exigen a Trump reunir a niños con padres migrantes

Con información de Francisco Villalobos

KAH