Los padres de familia se enfrentan a una difícil tarea ahora con las clases en línea que millones de alumnos de educación básica tomaron en el país tras la emergencia sanitaria
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El núcleo del sujeto, el predicado, el objeto directo, le decía yo, ¡Ay!, Montse. No es mala onda, pero yo no me acuerdo de nada de eso. A la mejor una suma, una resta que la usa uno diario, sí”, dijo Patricia Romero.
Estoy trabajando, de repente. También tengo que ver que mi hija esté tomando la clase y, además, tengo que ver lo que vamos a comer”, agregó Jorja Carreño.
Nos la tenemos que ingeniar con la tecnología, porque mientras Fernanda está ocupando la computadora, mi esposo está trabajando”, insistió Rocío Pineda.
Muchos padres y madres de familia, sin querer, de un día para otro, se convirtieron en pedagogos.
La tarea no ha sido sencilla. Cuando llegó la cuarentena, el matrimonio de Patricia y Luis supo que tendrían más trabajo, pero nunca imaginaron lo complicado que sería.
Mi hija va en quinto. Mi hijo, en tercero de primaria y, entonces, de repente, les piden cosas que ya no teníamos presentes”, agregó Luis Ernesto Garcia, padre de familia.
De acuerdo con especialistas, todo lo que ahora está sucediendo en casa es un gran aprendizaje para las familias.
Podemos hablar de que son clases que son dirigidas por las maestras y los papás, atrás, viéndolos, es como una clase pública todos los días”, dijo Mónica Vega Baca.
Añaden que nunca se podrá suplir al maestro, pero sí hay muchas posibilidades de que los niños encuentren la normalidad que perdieron cuando dejaron de ir a la escuela.
No es que tengan que hacer perfecto el trabajo académico, sino que puedan hacer ese trabajo, la tarea es de ellos, no de los papás”, concluyó Mónica Vega Baca.
Con información de Guadalupe Madrigal
KAH
