HISTORIA

Marchas del orgullo gay han perdido sentido político, dice activista

Activista Ann Northrop dice que las marchas del orgullo gay se han convertido en fiestas sin sentido político

La activista estadounidense Ann Northrop, una de las organizadoras de la marcha alternativa en defensa de los derechos de los LGTBI del próximo día 30 en Nueva York, considera en una entrevista con Efe que muchas marchas del Orgullo Gay en el mundo han perdido “todo su sentido político”.

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Lo que está pasando con la marcha del Orgullo en Nueva York y en muchas marchas en todo el mundo es una tragedia”, se lamenta Northrop, sentada en un banco de la plaza Christopher, situada frente al emblemático bar Stonewall, donde el 28 de junio de 1969 estallaron unos disturbios entre clientes homosexuales y la Policía que espolearon el movimiento en defensa de los derechos LGTBI.

Este jueves se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBT (lésbico, gay, bisexual y trans).

Tras estacionar su bicicleta cerca de la escultura de George Segal dedicada al movimiento de liberación LGTBI, la veterana activista, nacida en el estado de Connecticut en 1948, explica que estas marchas han perdido su “verdadera participación comunitaria”, donde se mezclaba la alegría y el activismo, y se han convertido “en fiestas corporativas, con legiones de carrozas de empresas por la calle”.

Sentada a unos metros del emblemático bar gay agrega que “la rebelión del Stonewall es inspiradora porque fue gente que espontáneamente se levantó por sí misma, que no esperó por un líder, que no pensó que tenía que depender del gobierno, ellos solo vieron injusticia, estaban hartos y reaccionaron de manera espontánea”.

Todo el mundo que conozco, cuando le pregunto sobre la marcha del Orgullo dice: ‘ya no voy más, hace años que dejé de ir, ya no tiene ningún sentido para mí, tengo cosas mejores que hacer, es solo una pérdida de tiempo'”, continúa Northrop, conocida por su participación en el programa “GAY USA” de la televisión por cable local de Nueva York, donde presenta noticias sobre este colectivo.

La activista estadounidense Ann Northrop. (EFE)

50 años de los disturbios en el  Stonewall

Tras la elección en 2016 del presidente Donald Trump, al que califica de “abominable” y “repugnante”, Northrop cuenta que desde su plataforma “Reclaim Pride Coalición” (Coalición para recuperar el Orgullo), decidieron actuar y se pusieron en contacto con la organización que gestiona todos los años la marcha del Orgullo, Heritage of Proud (La Herencia del Orgullo).

Les dijimos: ‘miren, tiene que haber algo en la marcha que sea político, que hable de esta situación horrible que hay ahora’, y después de varias discusiones (…), al final, dijeron: vale, pueden tener un grupo en la marcha que diga ‘nosotros resistimos'”, explica.

Entre alguna interrupción por los estridentes pitidos de los conductores neoyorquinos y algunas ráfagas de viento que visitan el barrio de Greenwich Village, Northrop cuenta que en 2018 las discusiones fueron más duras y los organizadores relegaron a su coalición a la parte de atrás de la marcha.

Entonces, con motivo del 50 aniversario de los disturbios del Stonewall decidieron organizar la “Queer Liberation March”, una protesta alternativa que hará el mismo recorrido que la primera marcha del Orgullo, que se celebró en junio de 1970 para conmemorar el primer aniversario de los enfrentamientos del Stonewall.

Es “un intento de que vuelva a ser un acto político de la gente en las calles”, dice antes de agregar que su objetivo es “levantar la voz sobre la injusticia en todo el mundo. Lo que pedimos es liberación y seguridad y justicia, justicia económica, justicia social, justicia legal en todas partes”.

Porque, para Northrop, todavía “hay una ingente cantidad de trabajo por hacer, en todas las partes del mundo”, empezando por Estados Unidos, donde la activista acusa a Trump y a su Administración de intentar abolir las protecciones legales del colectivo LGTBI.

Además, “hay 70 países en el mundo donde la homosexualidad sigue siendo ilegal y puedes ser detenido y encarcelado y esto ocurre habitualmente en todas partes, desde Egipto hasta Indonesia”.

Asimismo, se muestra preocupada por el resurgimiento de la extrema derecha en países como Estados Unidos, Brasil, Hungría o España.

Lo que estamos intentando con la ‘Queer Liberation March’ es volver a cargar de energía ese espíritu, porque gran parte del espíritu de la comunidad ha sido vencido por la opresiva corriente de la derecha (…), que ha apagado el espíritu de mucha gente y nosotros queremos (…) estimular e inspirar a la gente para que crea de nuevo que pueden tener poder y que se merecen ser respetados y respetarse a sí mismos”, subraya.

Northrop, que asegura sentirse “agradecida y emocionada” por el “activismo de base” que ha desarrollado, así como por su éxito profesional, reconoce que cuando está en un grupo de hombres predominantemente heterosexual “algunas veces soy vista como la otra. No me afecta enormemente en mi vida -añade- pero a nadie le gusta sentir que es de fuera o que no está totalmente incluido”.

Con motivo de los 50 años del Stonewall, la activista, consciente de que todavía hay personas LGTBI que tienen miedo a declarar abiertamente su sexualidad, les anima a salir del armario y a “hablar alto”.

Incluso si es solo hablar alto sobre pequeñas cosas de la vida diaria, cuando escuchas un comentario homófobo o una broma. No tienes que empezar a gritar y pegar a la gente, pero puedes decir: ‘mira, a mi realmente no me gusta ese lenguaje, la verdad es que no pienso que eso sea divertido'”, apunta.

Con información de EFE

AAE