ESTADOS UNIDOS

Organizaciones civiles trabajan para reunir familias migrantes en EU

Este martes vence el plazo fijado por un juez para que el Gobierno de Donald Trump reúna a los 102 niños migrantes, menores de cinco años, que fueron separados de sus padres en la frontera con México.

El Departamento de Justicia se comprometió a que este martes, entre 54 y 59 menores serán entregados a sus padres, pero no la totalidad, es decir, no va a cumplir.

Ahora, tiene hasta el próximo 26 de julio para reunificar a todos los demás menores.

El Gobierno de Estados Unidos no tiene un método ni estrategia para enfrentar este problema.

Son las familias afectadas, apoyadas en su mayoría por organizaciones civiles, los que resuelven caso por caso.

El 1 de mayo, la familia Godínez salió de Huehuetenango, Guatemala, hacia Estados Unidos.

Primero emigró Buenaventura Martín Godínez, enfermera de profesión, con su hijo Pedro, de ocho meses de edad.

En San Luis Arizona, Buenaventura fue detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Buenaventura narró que estuvo detenida por una semana junto con su bebé, a quien le dio una infección, “y yo pedía auxilio, yo pedía ayuda a la Migración. Llevaron a mi hijo al hospital, pero sin medicación. Estuvo tres días con fiebre y yo lloraba porque pensaba que mi hijo se iba a morir”.

El 16 de mayo, Buenaventura fue liberada bajo una amnistía y le permitieron viajar a Miami, Florida, donde tiene familia.

Ese mismo día, su esposo Pedro fue detenido en el mismo punto fronterizo, con su hija Jeanete, de nueve años de edad.

Pedro fue enviado a una cárcel en Atlanta, Georgia, y la niña, a un centro de detención en Michigan.

Buenaventura no supo de su hija hasta que, un mes después, una trabajadora social llamó a la familia de Miami.

Cada vez que me acostaba me levantaba pensando en mi hija, en mi esposo”, comentó Buenaventura.

La mujer logró contactar a Nora Sandigo, de la organización Children’s Foundation, quien de inmediato buscó reunificar a madre e hija.

En un tiempo récord, en una semana, logramos conseguir abogado, conseguimos hacer la presión necesaria en el lugar donde se encontraba la niña Jeanete… Esta criatura estuvo mes y medio sin conocer a nadie, llorando, con dolor”, señaló Nora Sandigo.

Madre e hija se comunicaron mediante una llamada telefónica, que se logró con el trabajo de más de 50 personas.

Al hablar con su hija, la niña lloró, “que ya no quería estar allá, que quería estar conmigo, con su papá y con su hermano. Y cada vez que me llamaba lloraba. Y yo lo que hacía, le decía: ‘mija, no llores, mami, cuando vengas conmigo yo te voy a comprar juguetes, te voy a comprar ropa’, relató Buenaventura.

Nora Sandigo indicó ue este tipo de situaciones on fuertes, “eso golpea, te hace pedazos el corazón”.

Tras dos meses sin verse, Buenaventura y Jeanete se reencontraron en el Aeropuerto de Miami, el pasado 1 de julio.

Mi hija llegó mal… Le dio una gran infección en los dientes”, señaló Buenaventura.

Este fin de semana, los tres tuvieron el valor de salir a la calle.

Me sentí muy feliz porque dije: ‘Gracias a Dios que me dio la oportunidad otra vez de ver a mi hija’… cuando ella estaba separada de mí, yo escuchaba en las noticias que el presidente va a dar a los niños en adopción. Entonces dije: ‘Qué va a ser de mi hija’. Yo empecé a pedir perdón a Dios por todo lo que estamos pasando”, agregó Buenaventura.

Buenaventura y su familia esperan con miedo la sentencia de Pedro, quien sigue encarcelado en Atlanta, a la espera de ser deportado.

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Con información de Joaquín Fuentes.

 

RMT