Así lo confirmaron los servicios de comunicación de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que advirtieron de que a partir de la recepción del documento “el asunto se hizo estrictamente confidencial hasta que los expertos estudien el caso y emitan una opinión al respecto”.
Agregaron que por ahora no hay una fecha establecida para hacer pública dicha opinión.
Amigos del activista fallecido contaron que su viuda se encuentra en Beijing bajo vigilancia, pero se desconoce su ubicación exacta o con quién está.
Precisamente, el abogado de la familia, Jared Genser, denunció que desde la muerte de Liu Xiaobo -envuelta en polémica por la supuesta falta de atención médica- su esposa está en paradero desconocido y exigió a las autoridades chinas que la liberen y le permitan reencontrarse con su familia.
Genser también dijo que había enviado una queja al Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas de la ONU, lo que fue confirmado.
Varios allegados han denunciado reiteradamente que el régimen mantiene a la viuda incomunicada para prevenir que “cuente al mundo lo ocurrido” con ella y su marido, fallecido el pasado 13 de julio bajo custodia por un cáncer de hígado que se le diagnosticó cuando estaba en prisión y de forma tardía.
La última vez que se pudo ver en público a Liu Xia fue durante el funeral de su marido, el pasado 15 de julio, a través de las fotografías que el régimen difundió de la breve ceremonia que las autoridades organizaron para despedir al nobel.
En esas imágenes, Liu Xia aparecía visiblemente compungida y frágil, teniendo que ser sujetada por su hermano, Liu Hui, con quien sus amigos tampoco pueden contactar.
Liu recibió la distinción entre rejas y el Gobierno chino decidió poner a su mujer en arresto domiciliario como represalia, sin acusarle de delito alguno.
RAMG