CRIMEN Y SEGURIDAD

Oficina de INM en Chiapas reabre tras motín de migrantes cubanos

En Tapachula, Chiapas, miles de migrantes llevaban semanas esperando que se reabriera la oficina de regulación migratoria.

Su única esperanza para conseguir un documento que les permitiera seguir rumbo a los Estados Unidos sin temor de ser detenidos y deportados.

La oficina llevaba más de 50 días cerrada, el instituto nacional de migración tomó esa decisión tras un motín de migrantes cubanos.

Poco después de las 9 de la mañana de este lunes reabrió sus puertas.

El ambiente estaba tenso, pero también había expectativa.

Líderes espontáneos habían organizado a las miles de personas que esperaban, en listas. La de cubanos rebasaba los mil 400 inscritos. Los centroamericanos eran alrededor de doscientos.

Finalmente aparecieron los funcionarios de migración y ahí empezó el caos. Mientras la delegada daba un mensaje desde la puerta, otro funcionario daba instrucciones contradictorias en medio de los migrantes.

La expectativa de todos era obtener un permiso de salida, al que muchos llaman salvoconducto.

Todos quieren saber qué es lo que van a poder tramitar, cuáles son sus opciones.

Ningún funcionario de migración les responde. Ni al equipo de En Punto responde. Es un misterio lo que va a ocurrir al interior.

Finalmente, entra el primer grupo.

Menos de diez minutos después se le encontró.  Los han hecho salir por una puerta lateral.

El documento que les entregaron no es lo que esperaban. Es para tramitar una regulación por razones humanitarias y para eso, les piden documentos que acrediten que están buscando asilo en nuestro país o la condición de refugiados.

La desilusión es palpable. Cada uno carga con una historia de imposibilidades.

Ahora se entiende la falta de transparencia de los funcionarios de migración. Si salieran a decirles la verdad, que no les van a dar un documento para que transiten por México sin temor a ser deportados, correrían el riesgo de una respuesta violenta.

Afuera de las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, la Comar, los que esperan, ya se hicieron a la idea de que no van a llegar a los Estados Unidos.

Y a unos kilómetros de ahí, en la estación migratoria Siglo XXI, son los haitianos y africanos los que esperan ser recibidos.

Lo sorprendente es que aquí sí parece que las autoridades están dispuestas a darles el famoso tramite de salida. Ese que dicen que no existe y nunca ha existido.

Pero aquí también siempre les posponen las citas.

Vienen del otro lado del mundo empujados por tragedias y carencias locales.

Hasta aquí llegaron atraídos por un poderoso imán. La idea que tienen de Estados Unidos como un país de libertad y posibilidades.

A ninguno parece importarle que ese país no los quiere recibir y que presiona a México para que los retenga aquí dando vueltas, llenando papeles haciendo filas interminables para un sol abrasador.

Y cada día, otros más cruzan el Suchiate, esperanzados.

Con información de En Punto.

LLH