Los partidos gobernantes de Alemania perdieron terreno en una elección estatal del domingo, que estuvo marcada por un descontento ante las luchas internas del gobierno de la canciller Angela Merkel y generó llamados para que resuelvan sus diferencias y actúen rápidamente.
Las proyecciones mostraron que los conservadores se dirigían a una victoria mediocre en las elecciones legislativas del estado central de Hesse. Los socios de centroizquierda de Merkel estaban encaminados a registrar un resultado sombrío, luchando por conseguir el segundo lugar contra los Verdes.
El partido de la Unión Demócrata Cristiana, al que pertenece Merkel, defendía su control en Hesse, el cual ha tenido por 19 años y que antes era un bastión del Partido Socialdemócrata, socios de la coalición federal de la canciller en Berlín.
Había una amplia especulación previo a la elección sobre que un resultado desastroso para uno o ambos partidos podría desestabilizar aún más el gobierno nacional, provocando peticiones para que los Socialdemócratas se retiraran y posiblemente poner en peligro la posición de Merkel.
Andrea Nahles, presidenta de los Socialdemócratas, dijo que “el estado del gobierno es inaceptable”.
Agregó que su partido insistiría en que la coalición gobernante de Merkel llegue a un acuerdo sobre un “calendario claro y vinculante” para la implementación de proyectos, y que la forma en la que se implementará previo de una revisión de mitad de periodo programada para el próximo año mostrará “si seguimos estando en el lugar correcto en este gobierno”.
El gobernador de Hesse, Volker Bouffier, comentó a los simpatizantes que “el mensaje que le enviamos a los partidos del gobierno en Berlín es claro: la gente quiere menos argumentos, más objetividad y más soluciones”.
El jefe de gabinete de Merkel, Helge Braun, señaló que el gobierno nacional debe unirse y “mostrar que estamos resolviendo los problemas que realmente afectan a la gente”.
Las proyecciones de las televisoras ARD y ZDF, basadas en encuestas de salida y en un conteo parcial, dieron a la Unión Cristiana Demócrata un 27 a 28% de los votos y a los Socialdemócratas alrededor del 20%. En la última elección estatal de Hesse en 2013, el mismo día que Merkel obtuvo su tercer término como canciller, registraron 38,3% y 30,7% de los votos respectivamente. Este sería el peor resultado en la región para los Socialdemócratas desde la Segunda Guerra Mundial.
Con información de AP
JLR
