ECOLOGíA

Nuevos piratas del Pacífico amenazan vida marina de Isla del Coco

Estos hombres pasan sus días y sus noches solitarias en la última frontera de Costa Rica. Son los encargados de vigilar y proteger la Isla del Coco. Y están dispuestos a defenderla, cueste lo que cueste. Y es que si no fuera por los 21 guardaparques de la Isla del Coco, hace mucho que este paraíso estaría en manos de los nuevos piratas del Pacífico.

El Parque Nacional Isla del Coco sobresale por sus grandes agregaciones de especies pelágicas, particularmente de tiburones y atunes. Esta riqueza de vida marina atrae embarcaciones de pesca comercial que invaden la zona protegida de Isla del Coco.

Géiner Golfin, del Parque Nacional Isla del Coco, explica: “La pesca ilegal se ha convertido en el enemigo número uno acá en Cocos, el año pasado tuvimos una disminución en la pesca ilegal, en hallazgos de pesca ilegal”.

Las estadísticas disponibles revelan que entre 2012 y 2014, en la zona marina protegida de la Isla del Coco, se han decomisado más 500 kilómetros de líneas de pesca, con alrededor de 108 palangres.

Se han asegurado más de tres mil boyas de pesca. Se han localizado alrededor de 13 mil anzuelos. Y se han encontrado 257 organismos pelágicos muertos, en su mayoría individuos adultos en edad reproductiva.

La especie más capturada es el atún aleta amarilla, que representa el 72 por ciento de todas las capturas ilegales dentro del área marina protegida.

La incidencia de pesca ilegal de tiburones para el llamado “fining” o aleteo, representa el 15 por ciento de la pesca ilegal. Lo que ha diezmado las poblaciones de tiburones, principalmente de la especie punta blanca.

Entre 2012 y 2014 se confiscaron más de 500 aletas de tiburón.

Tiburones en Isla del Coco, Costa Rica (Por el Planeta/Noticieros Televisa)

Se ha descubierto que la principal zona de pesca ilegal se registra al noreste de la isla, donde se estima se encuentran las áreas de desove y residencia de diferentes especies pelágicas.

En este mapa observamos una circunferencia blanca que marca los límites del área marina protegida. La Isla del Coco se muestra al centro y los puntos rojos representan las líneas de pesca halladas entre 2012 y 2014.

“Eso nos ha llevado, a nosotros los guardaparques, a involucrarnos en programas de monitoreo, de marcaje de tiburones, con organizaciones como Misión Tiburón. Y también con apoyo de la fundación amigos de la Isla del Coco, FAICO, que es nuestra mayor aliada”, explica Géiner Golfin, del Parque Nacional Isla del Coco.

Un estudio publicado en la revista científica “Conservation Biology” revela que ocho de las 12 especies de tiburones y rayas existentes en la Isla del Coco declinaron significativamente en presencia y abundancia en los últimos 20 años.

El número de mantarrayas disminuyó 89 por ciento, mientras que la presencia de tiburón punta blanca cayó un 77 por ciento. Y la población de tiburón martillo, emblema de la Isla del Coco, se redujo 45 por ciento.

“Que la isla también sea designada como santuario de tiburones. Sabemos que no es una categoría, pero es una designación, es un distintivo que nos va a permitir de alguna manera saber y portar con orgullo en la Isla del Coco que hemos protegido a través del tiempo. Necesitamos tener todo ese mecanismo que diga, bueno, Costa Rica es un país verde pero también es un país azul”, afirma Géiner Golfin.

Hemos aprendido que la riqueza marina de la Isla del Coco es el verdadero tesoro. El refugio de vida marina que se esconde en el fondo de este volcán emergido en el Pacífico tropical oriental y los islotes que lo circundan valen más que cualquier leyenda sobre cofres del tesoro.

Las sorprendentes escuelas de tiburones martillo y la abundancia de especies en sus arrecifes coralinos son la joya de la corona de Costa Rica.

Con información de Alberto Tinoco

MLV