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Nueva Zelanda prohíbe las terapias de conversión sexual

El proyecto de ley, que fue una de las promesas electorales de la primera ministra Jacinda Ardern, fue aprobado por 112 votos a favor y ocho en contra

  • Por pretender cambiar a la fuerza la orientación, expresión o identidad sexual de los miembros de la comunidad LGTBIQ, se contemplan penas a los responsables de hasta cinco años de cárcel
  • La legislación también abre una vía para que las víctimas puedan reclamar en los tribunales civiles una indemnización por haber sido sometidas a una terapia de conversión 

El Parlamento de Nueva Zelanda ha aprobado una ley que prohíbe las terapias de conversión, que pretenden cambiar a la fuerza la orientación, expresión o identidad sexual de los miembros de la comunidad LGTBIQ, y que contempla penas a los responsables de hasta cinco años de cárcel.

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El proyecto de ley, que fue una de las promesas electorales de la primera ministra Jacinda Ardern, fue aprobado anoche por 112 votos a favor y ocho en contra.

Con ello se puso fin a “un error hiriente, insidioso y destructivo”, según dijo antes de la tercera votación el viceprimer ministro Grant Roberston, según declaraciones recogidas por Radio New Zealand.

Amor a todas las comunidades del arco iris

El político laborista, quien ha declarado públicamente su homosexualidad, consideró que la aprobación de la ley “envía un mensaje: un mensaje de apoyo y afirmación del amor a todas las comunidades del arco iris”.

La ley contempla una pena de hasta tres años de cárcel si se aplica este tipo de terapias a una persona menor de 18 años de edad o incapacitada para tomar decisiones, así como una de cinco años en el caso de que la terapia de conversión cause un daño grave a la persona, cualquiera que sea su edad.

La legislación también abre una vía para que las víctimas puedan reclamar en los tribunales civiles una indemnización por haber sido sometidas a una terapia de conversión.

Según un estudio realizado por la Universidad de Waitako en Nueva Zelanda en el 2018, una de cada seis personas transexuales o no binarias manifestaron que un psicólogo o consejero religioso, intentó cambiarles su identidad sexual.

En el vecino país de Australia crecen las peticiones para que las terapias de conversión sexual – que la ONU considera como una forma de tortura contra la comunidad LGTBIQ -, sean prohibidas en todo el país, después de que el estado de Queensland, el Territorio de la Capital Australiana y Victoria las ilegalizaran a partir de 2020.

Con información de EFE

HVI