Las novatadas estudiantiles han cobrado la vida de dos alumnos mexicanos. Podría tratarse de una simple broma, otros lo llaman rito de iniciación, curso de inducción o una simple bienvenida.
Las novatadas estudiantiles son tan antiguas como el origen de la universidad. Francisco de Quevedo lo dejó plasmado en su obra ‘El Buscón, en 1626 donde relata las bromas a las que fue sometido Don Pablos cuando acompañó a su amo a la Universidad de Alcalá.
Sin embargo, han transcurrido ya varios siglos de aquellas bromas. Hoy éstas parecieran haberse convertido en situaciones que ponen en riesgo la vida de los estudiantes.
Las novatadas de hoy día añaden más vejaciones, más humillaciones y hasta castigos físicos.
A finales de julio, en Chiapas, falleció un alumno de nuevo ingreso de la Escuela Normal Rural Mactumactzá. De acuerdo con reportes oficiales, José Luis Hernández murió presuntamente a causa de golpes y deshidratación; dos estudiantes más resultaron severamente lesionados y hospitalizados como consecuencia de la novatada acostumbrada en dicha institución.
Los tres estudiantes eran de nuevo ingreso y participaron en una novatada organizada por el Consejo Estudiantil de la Normal Rural. Según las investigaciones, los tres jóvenes, junto con otros 40 alumnos de primer ingreso, fueron privados de su libertad durante tres semanas, forzados a realizar trabajos, hacer actividad física, aún con problemas de salud, con poca agua, comida y descansos mínimos.
Y las consecuencias por estas novatadas continúan. El fin de semana pasado en Durango, falleció Ronaldo Mojica Morales estudiante de nuevo ingreso de la Normal Rural J. Guadalupe Aguilera, en el municipio de Canatlán.
Los primeros reportes indican que las prácticas a las que sometieron al joven, de 19 años, en la llamada Semana de Inducción, del 30 de julio al 5 de agosto, le provocaron serios daños a nivel neurológico y con ello la muerte.
Ambos casos se encuentran en investigación.
Con información de Arely Melo
LSH
