CRIMEN Y SEGURIDAD

Niños sirios, obligados a vivir en un conflicto del que no son responsables

Esto es Guta Oriental, el bastión rebelde a las afueras de Damasco que se ha convertido en el epicentro del conflicto en Siria. Tan solo en esta semana, los bombardeos del régimen, como éste que fue documentado por la organización Save the Children, mataron a más de 200 personas, entre ellos casi 50 niños.

Obligados a vivir un conflicto del que no son responsables, toda una generación de niños sirios está marcada por el desplazamiento forzado, la violencia y el hambre, y llevarán consigo las cicatrices físicas y sicológicas del conflicto por el resto de sus vidas.

“Tenemos severos casos de trauma entre los niños y notamos que algunos estudiantes son muy violentos. En el método C tenemos cuatro horas de tratamiento y por supuesto contamos con la ayuda de psicoanalistas”, explica Thaer Al-Ali, director de escuela.

En la mayor parte del mundo, un niño nacido en 2011 ya habría aprendido a leer, habría salido de paseo con sus compañeros de escuela y jugaría videojuegos con sus amigos.

Pero en Siria la vida es distinta, en siete años los niños de este país sólo han conocido la guerra, no saben leer y juegan entre escombros.

Él es Hussein, está estudiando el primer grado de primaria, tiene 13 años y apenas aprenderá a leer y escribir. A su edad es probable que haya asistido a más funerales que cumpleaños de sus amigos.

“Encontré el número telefónico de uno de mis amigos y lo llamé. Me dijo: “tu mejor amigo murió. Majed jugaba futbol con nosotros”, narra el estudiante Hussein Al-Khalaf.

Esta escuela ubicada en la periferia de Damasco es parte de un programa de educación de emergencia para los nacidos durante la guerra, tiene dos turnos con el objetivo recibir a la mayor cantidad posible de niños.

Aunque estos pequeños mostraron su felicidad por la oportunidad que representa el volver a la escuela y conocer a otros niños, también se sienten incómodos por su edad y el grado que están cursando.

“Ellos me dicen, tú eres alta y apenas vas en cuarto año. Comencé tarde la escuela, pero seguiré estudiando”, dice Aya Ahmed.

En Siria había 20 mil escuelas cuando estalló el conflicto, hoy con 5 millones de niños en edad escolar, sólo 11 mil se mantienen en funcionamiento, el resto, son utilizadas por el Ejército y los grupos rebeldes o fueron destrozadas, en lo que va del año, 45 escuelas de Guta Oriental han sido atacadas, 11 de ellas fueron destruidas en su totalidad.

Estudiante Ali Abdul-Jabbar Badawi: “Un cohete golpeó la escuela y lo destruyó todo”.

Reportero: “¿Qué edad tenías cuando la escuela fue destruida?”

Estudiante Ali Abdul-Jabbar Badawi: “Cuando la escuela fue destruida, tenía 6 años”.

Mientras los combates se intensifican en Guta Oriental y la provincia de Idlib, los niños sirios que nacieron en el momento y el lugar equivocado encuentran en el regreso a clases la oportunidad para dejar de ser una generación sin futuro, buscan alcanzar una vida mejor y sobre todo, conocer la paz.

Con información de Emmanuel Rosalez

AAE