CRIMEN Y SEGURIDAD

Niños de Tijuana revelan cómo fueron reclutados por el crimen organizado

Sin dato oficial, la Red por los Derechos de la Infancia calcula unos 45 mil menores reclutados por el crimen, a veces desde los 10 años de edad.

La Red por los Derechos de la Infancia ha alertado que está aumentando el número de menores reclutados por los grupos dedicados al crimen organizado; estiman que si el año pasado fueron 35 mil menores, este año serían hasta 45 mil.

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Algunos de estos jóvenes, que están cumpliendo sentencias por diversos delitos en el Centro de Internamiento para Adolescentes de Tijuana hablaron de sus casos.

“Yo empecé a los 13 años tenía primos, que en algún momento se dedicaron a eso. A vender droga. También chambearon para gente que mataba gente y todo eso, pues escuchaba sus historias y me llamó”, dijo José un menor reclutado por el Cártel de los Arellano Félix en Tijuana.

Después de trabajar dos años en un conecte o punto de droga en Tijuana, José fue reclutado a los 15 años por el Cártel de los Arellano Félix para secuestrar personas. Por este delito fue sentenciado a ocho años en el Centro de Internamiento para Adolescentes de Tijuana, en el que se cumplen sentencias por homicidio, tráfico de drogas y portación de armas de uso exclusivo del Ejército, entre otros.

“Que sí, que lo iba a hacer porque era dinero rápido y podría comprarme los carros, ya sea terrenos y casas rápido. En aquel entonces era un niño y no tenía la capacidad de entender”, indicó José, un menor reclutado por el cártel Arellano Félix, en Tijuana.

Cuenta que el cobro por cada secuestro era de 60 mil dólares. A él, dice, le daban 30 mil pesos, cantidad mayor a los mil 850 pesos semanales que ganaba en el punto de droga.

“La penalidad máxima para un delito de homicidio o de secuestro son cinco años. Sí lo han hecho por necesidad, pero hay otros porque es su forma de vida. Sus papás se han dedicado a ser sicarios, a secuestrar. Son presa fácil para estos grupos”, explicó Claudia Zepeda, del Centro de Internamiento para Adolescentes de Tijuana.

“Algunos familiares que se dedicaban al narcotráfico. Siempre en sus camionetotas y bien vestidos y traían pacotas de dinero, era como que “wow”. Eso a mí me, me alumbraba”, dijo Beca, menor sentenciada por homicidio.

Beca fue sentenciada a cinco años tras participar en un homicidio. Dice que ocurrió por una rencilla entre células de los Arellano Félix dedicadas a la venta de armas y drogas y trata de personas, delitos que observó desde niña en la zona norte de Tijuana.

“Pues me hacía sentir la más chingona. Soy chaparrita, ¿no?, entonces yo me acuerdo mucho que decía “soy chiquita pero grandota”, y en lo grandota me refería al poder que yo estaba sintiendo”, comentó Beca, menor sentenciada por homicidio en Tijuana.

Sin dato oficial, la Red por los Derechos de la Infancia calcula unos 45 mil menores reclutados por el crimen, a veces desde los 10 años de edad.

Rafael Castelán, de la Red por los Derechos de la Infancia dijo:

“Nos hemos dado cuenta que en realidad son para usarse como carne de cañón. La mayoría está trabajando en los laboratorios, como en la parte de la producción, en la distribución”.

Carlos, de 15 años, cuenta que el año pasado integrantes del Cártel de Tijuana lo convocaron a él y a otros tres menores para asesinar a un rival del Cártel Jalisco Nueva Generación.

“De la bolilla ahí que conocía, me mandaron un mensaje: ‘No, pues qué onda, que ocupo un paro y así’ . El vato se cayó y falleció como quien dice y de ahí todo pasó en segundos, de volada llegaron los policías municipales, y pues ahí de volada nos detuvieron ahí”, indicó Carlos, un menor reclutado por el Cártel de Tijuana.

De los 6 mil adolescentes en centros de internamiento, 36 por ciento tiene relación con delitos graves relacionados con grupos criminales, sobre todo en ciudades del norte, donde tienen mayor presencia.

“Te da un tipo de estatus; eso era lo que a mí me llamaba la atención”, señaló Beca, menor sentenciada por homicidio.

“La adrenalina, pues, ver que se agarraban cura, pues, haciendo el desmadre ahí, como quien dice, el cochinero. Pues la verdad sí estoy arrepentido, pero pues qué se va a hacer. Ya lo pasado, pues ya pasó”, dijo Carlos, menor reclutado por el Cártel de Tijuana.

Con información de Guillermo Rivera y Víctor Olvera.

LLH