CRIMEN Y SEGURIDAD

Nicaragua entierra a otra víctima de las protestas; suman 135 muertos

Decenas de familiares y amigos se reunieron para despedir a Chester Javier Chavarría, un joven de 19 años que murió el pasado jueves durante un ataque a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en medio de las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega que ya dejan al menos 135 muertos.

En el barrio Miguel Bonilla, los allegados del joven se reunieron para despedirlo mientras se entonaba su nombre, a lo que los demás asistentes respondían con un “presente”.

La familia de Chavarría estuvo visiblemente afligida durante la ceremonia fúnebre del joven, que trabaja trabajaba en el Mercado Oriental, donde ayudaba a su madre en un puesto de comida.

El muchacho, que no era universitario pero que sí creía en la causa de los jóvenes y les apoyaba desde el inicio, participaba en la vigilancia de una barricada cuando apareció una camioneta y le disparó.

El número de personas fallecidas se elevó a 135, según el Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh), tras los últimos ataques en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país y que cumple hoy 53 días.

Las protestas contra Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

UNIVERSITARIOS DE NICARAGUA ABANDONAN CAMPUS TRAS 52 DÍAS ATRINCHERADOS

Un grupo de estudiantes que se mantenía atrincherado desde el 19 de abril pasado en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) abandonó el campus, para manifestarse en las calles contra el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

“Hemos salido de las instalaciones de la Upoli, asimismo invitamos a las personas que aún se encuentran dentro del recinto, a salir pronto de la universidad”, informó el Movimiento Estudiantil 19 de Abril, en un comunicado.

El grupo de universitarios, cuyo número nunca se especificó, se mantenía atrincherado en la Upoli, al este de Managua, después de escapar a la denominada “masacre estudiantil” el 19 de abril pasado, en la que al menos 10 personas murieron, en su mayoría estudiantes, a manos de la Policía Nacional y de la oficialista Juventud Sandinista.

“Salimos de la Upoli, pero no de la lucha, (esta) continúa en las calles, en los plantones, en los tranques (bloqueos), y en todas las expresiones de resistencia pacífica que el pueblo estime conveniente”, resaltó el Movimiento.

Durante casi dos meses los estudiantes atrincherados en la Upoli fueron asediados casi a diario, y algunos asesinados, en ataques de policías y grupos de fuerza oficialistas, conocidos como “turbas”.

En el comunicado, los alumnos recordaron que resistieron ataques mortales, descubrieron personas del gobierno infiltradas, fueron señalados por el Gobierno como criminales, y fueron objeto de montajes propagandísticos para que la gente dejara de apoyarlos, aunque sin éxito.

Tras agradecer a la población por su apoyo, el Movimiento anunció que “no descansaremos hasta no ver a este régimen totalitario abandonar el poder, no desmayaremos hasta que Nicaragua sea un país justo y democrático, nuestra utopía es que los asesinatos, la represión, la persecución y la mentira, dejen de ser moneda común”.

Este sábado se cumplen en Nicaragua 53 días de la crisis sociopolítica que ha dejado al menos 135 muertos, la más sangrienta de Nicaragua desde los años 80, también con Ortega como presidente.

Las protestas contra Ortega y Murillo, comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

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