La nave OSIRIS-REx, que se encuentra desde la semana pasada orbitando alrededor de Bennu, descubrió la presencia de agua en ese asteroide primitivo compuesto por las mismas moléculas que dieron origen a la vida en la Tierra, informó hoy la NASA.
“Información recientemente analizada procedente de la misión del Explorador de Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad de Regolitos (Osiris-Rex, por sus siglas en inglés) ha revelado la presencia de agua en la arcilla que conforma su objetivo científico, el asteroide Bennu”, apuntó la NASA en un comunicado.
☄️Beautiful new shape model of Bennu? ✅
💦 Water bound up in the clay minerals on the asteroid’s surface? ✅
📸 Awesome new imagery showing its rugged terrain? ✅Read more about the discoveries my team has made about Bennu so far: https://t.co/In5Pow2lgt #WelcomeToBennu #AGU18 pic.twitter.com/s9s1uTbzo6
— NASA’s OSIRIS-REx (@OSIRISREx) 10 de diciembre de 2018
Dicha información, obtenida gracias a los dos espectrómetros con los que está equipado la sonda, indica la presencia de hidroxilos, moléculas que contienen átomos de oxígeno y de hidrógeno adheridos entre sí.
Los investigadores responsables de la misión “sospechan” que estos hidroxilos se encuentran en todo el planetoide, agrega el comunicado, aunque la NASA cree que su presencia sería apenas residual.
My team is keeping an eye out for areas on Bennu with loose rock and dirt that are potential places to collect a sample. 👀 On Dec. 2, PolyCam imaged this crater, which is about 66 feet (20 m) across and appears to have loose material in the bottom. #WelcomeToBennu #AGU18 pic.twitter.com/LtgmnC4sSz
— NASA’s OSIRIS-REx (@OSIRISREx) 10 de diciembre de 2018
“Puesto que Bennu es en sí mismo demasiado pequeño para haber albergado agua, el descubrimiento indica que en algún momento se dio la presencia de este líquido en algún cuerpo paralelo, seguramente un asteroide mucho más grande”, concluyó la agencia espacial estadounidense.
El pasado 3 de diciembre la NASA anunció que la OSIRIS-REx había completado la primera fase de su misión, que consistía en alcanzar la órbita del asteroide y, a partir de ahora, acompañará a Bennu como si fuera su satélite, para estudiar cómo se desplazan los planetoides sin una onda gravitatoria definida.
3D-printed versions of the old and new shape models for #asteroid Bennu show how accurate the early, ground-based model actually was. Bennu’s size, shape, spin rate and orientation are all very close to what the team predicted. #WelcomeToBennu #AGU18 pic.twitter.com/qN2jsRI5nM
— NASA’s OSIRIS-REx (@OSIRISREx) 10 de diciembre de 2018
A lo largo de los próximos doce meses, además, trabajará en localizar un lugar idóneo para el aterrizaje en el asteroide, con el fin de comenzar a recoger muestras que puedan ser analizadas cuando la aeronave vuelva a casa.
“Cuando las muestras de esta misión lleguen a la Tierra, en 2023, los científicos recibirán un tesoro oculto de nueva información sobre la historia y la evolución de nuestro sistema solar”, dijo la responsable de instrumentación de la misión y científica de la NASA, Amy Simon, citada en la nota.
Con información de Efe.
FJMM