Magali ofrece un poco de armonía a cientos de damnificados del sismo con música de violín, a pesar que ella también perdió su vivienda.
Magali Luna, afectada por el sismo, explicó que vivía en un edificio de tres torres gemelas, dos se derrumbaron con el sismo, en la que vivía quedó en pie, sin embargo está inclinada y a punto de caer, está inhabitable.
Ella llegó a un albergue de la delegación Benito Juárez horas después del terremoto, pero dentro de toda la tragedia, ese mismo día, por casualidad comenzó a dar un poco de tranquilidad a las personas que se encontraban en ese mismo refugio.
Magali Luna agregó que el día del sismo comenzó a tocar con su violín para relajarse; en el momento que ejecutó una melodía la gente comenzó a acercarse para pedirle que tocará para ellos.
Magali tiene 18 años de edad y toca el violín desde los 6, estudia música; se encontraba en la escuela en el momento del sismo.
Joven violinista afectada por sismo brinda ayuda con música a damnificados (Noticieros Televisa)
Magali Luna dijo que estaría muy nerviosa si no tuviera su violín a lado; se hubiera arriesgado a subir por él dentro del edificio afectado.
Socorro, otra damnificada, no regresó por temor a las réplicas y daños visibles en su edificio.
Socorro Vargas explicó que su mamá entró en pánico y no quiere salir del albergue, está muy asustada.
Mauro y su familia, damnificados por el sismo, tampoco pudieron regresar a su casa.
Mauro Moreno comentó que el edificio se encuentra demasiado dañado y por eso se dirigieron al albergue.
Son miles de víctimas del terremoto del martes pasado, miles de damnificados que duermen en una colchoneta, comparten el mismo menú todos los días, su futuro es incierto y la incertidumbre un terremoto más.
En la página de locatel hay una lista de albergues en la Ciudad de México en donde se les ofrece a las víctimas del sismo comida preparada, artículos de higiene personal, servicio médico y psicólogico, para niños y adultos, en algunos hay veterinarios, pues se acepta a los damnificados con sus mascotas.
A estos refugios también acuden voluntarios que ofrecen un poco de distracción, con magia, deportes, contando cuentos, haciendo reír o con música, como Magali con su violín.
Con información de Guillermo Segura
BLR
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