En entrevista con Denise Maerker, en 10 en Punto, el exmandatario dijo: “Me parece ridículo y me parecen reflejos autoritarios muy rancios y muy viejos que ya no caben en este siglo”.
“Parece que el problema era que se le iba a entregar un reconocimiento a (Luis) Almagro, secretario de la OEA, y que como Cuba tiene agravios con la OEA eso parecía que era una especie de afrenta”, explicó.
Agradeció el respaldo y la reacción del Gobierno de México, “no la felicito, la respeto”.
No consideró que sea un agravio contra su persona, “por mí que queda para la anécdota”, eso es lo de menos.
“A mí me preocupa el tema de los cubanos y particularmente qué está pasando con Rosa María Payá y su familia y con la gente que se atrevió a homenajear a Oswaldo Payá”, subrayó.
RMT
