En Guerrero, este fin de semana se reportó la presencia de elementos de la Guardia Nacional en La Montaña Baja, ahí donde hace 17 días fueron asesinados 10 integrantes de un grupo musical.
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Pero no eran los primeros músicos en la región en ser asesinados por transitar en carreteras controladas por grupos criminales.
“Muchos de estos músicos fueron desaparecidos o asesinados porque en algún momento fueron amenizar la fiesta de algún sicario, ya sea de Los Rojos o de Los Ardillos”, apuntó José Díaz Navarro, integrante de la organización Siempre Vivos de Chilapa, Guerrero.
Además de los 10 integrantes del grupo musical asesinados el viernes pasado, en los últimos tres años, grupos criminales que operan en La Montaña Baja de Guerrero han matado al menos a cuatro más.
“Él es mi esposo Lorenzo Ortiz. Él tocaba el acompañamiento, guitarra, tocaba”, señaló Teresa, esposa de un músico asesinado en Chilapa, Guerrero.
El 2 de noviembre de 2016, Lorenzo Ortiz y Zacarías Morales, músicos del grupo “Alteración Sierreña”, desaparecieron junto a su chofer Israel de Jesús Flores. Viajaban de Quechultenango a Chilapa donde amenizarían un evento.
“Y desde entonces ya no llegó a la casa. Dejó a sus seis hijos, a sus dos hijos y cuatro hijas. Lo extrañan mucho, lo extrañamos mucho”, apuntó Teresa, esposa de Lorenzo, músico asesinado en Chilapa.
Días después, las autoridades estatales hallaron, en una de las fosas clandestinas encontradas en el municipio aledaño de Zitlala, los cuerpos de su esposo Lorenzo Ortiz y el del chofer Israel de Jesús.
“Esposa músico asesinado en Chilapa, Guerrero. El 28 de abril me avisaron que fuera a recoger el cadáver”, comentó Teresa.
El músico Zacarías Morales sigue desaparecido.
“De él no saben nada su familia. No aparece”, comentó Teresa.
En marzo de 2017, los músicos Agustín Valle y su hijo del mismo nombre fueron asesinados por un grupo armado que entró a su casa ubicada en la calle 13 Norte en la cabecera municipal de Chilapa.
“Fueron Los Ardillos los que fueron acribillar a estos dos músicos”, dijo José Díaz Navarro, de la organización Siempre Vivos de Chilapa, Guerrero.
Ese mismo mes, el menor de edad Héctor Torrescano de 17 años, desapareció cuando viajaba con su grupo musical a la comunidad de Tlaltempanapa en el municipio aledaño de Zitlala, una población azotada por Los Ardillos desde 2015.
“Se lo llevaron y nunca apareció el jovencito. Son las tragedias de niños, de señoras, de ancianos, que han sido cruelmente asesinados y que no hay justicia”, comentó José Díaz Navarro, de la organización Siempre Vivos de Chilapa, Guerrero.
Con información de Marco Antonio Coronel.
LLH
