A más de cinco meses del terremoto que provocó el colapso de tres de cada cuatro casas en Ixtaltepec, Oaxaca, un grupo de mujeres se organizó para fabricar adobes que permitan avanzar más rápido en los trabajos de reconstrucción de viviendas.
El proyecto para reconstruir las casas con adobe lo iniciaron 10 mujeres, pero como en Ixtaltepec casi todos son damnificados, poco a poco se integraron más. Ninguna de ellas sabía elaborar los tabiques. Buscaron asesoría y, ahora, en sólo unas semanas, producen los suficientes para iniciar la edificación de una vivienda.
“Para preparar la tierra, es una tierra que se saca de un terreno donde se elabora ladrillo, porque no cualquier tierra se lleva y de ahí se le mete el cascadillo, que es la cascarita del café y el estiércol de caballo, ya de ahí se revuelve como que si fuera cemento. Dos cuartitos de 3.20 por 3.20, se llevan mil 800 adobes”, detalló Naimar Antonio Ortiz, adobera de Ixtaltepec, Oaxaca.
Las adoberas han aprendido que es mejor hacer los tabiques por la tarde, porque si los hacen en la mañana, el sol los agrieta y quedan inservibles. Aseguran que optaron por reconstruir sus casas con esta técnica de los antiguos zapotecas porque es barata y, dicen, disminuye el riesgo en caso de nuevos sismos.
“Están volviendo a recuperar esos conocimientos, esos haberes tradicionales que desafortunadamente fuimos perdiendo en aras de la modernidad, pero que ahorita las compañeras, después del sismo, después de este terremoto que nos devastó en el Istmo. Han tenido esta preocupación de reconstruirse”, señaló Irma Pineda, voluntaria.
Con información de Jorge Morales.
LLH
