A solo dos días de la incursión militar rusa en Ucrania, ya se están viendo las huellas negativas del uso de armas no convencionales hacia la población civil. La ONU advierte de una crisis humanitaria inminente en las zonas donde se están refugiando miles de personas y en las ciudades, las personas pierden sus pertenencias al huir, algunas han fallecido en los ataques, incluso del lado prorruso.
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El edificio de la doctora Oksana Gulenko, en Kiev, fue uno de los 33 sitios civiles impactados por el ejército ruso. Su departamento es parte de un conjunto diseñado para los exsoldados soviéticos destacados en Afganistán.
“Estaba durmiendo, hubo una fuerte explosión y me lanzaron al pasillo, a tres metros de la habitación en la que estaba”, afirmó Oksana Gulenko, médico de Kiev.
Si hija limpió la ventana entonando el himno ucraniano.
En la ciudad de Horlivka en Donetsk, dos docentes murieron dentro de un colegio alcanzado por un cohete lanzado por el ejército ucraniano, afirmaron independentistas rusos.
“El subdirector y el director de la escuela están muertos y el profesor de Geografía también está muerto”, dijo Igor Krupko, policía de Horlivka.
En otro punto, el ingeniero Konstantin, experto en tecnologías de la información, fue con su familia y muchas otras familias, a refugiarse al metro para evitar riesgos.
Aunque este fin de semana la temperatura bajará hasta tres grados bajo cero, y la sana distancia no es posible en plena pandemia, algunos en el subterráneo no pierden la esperanza, incluso los soldados que los acompañan.
Muchos otros se dirigieron no al tren subterráneo, sino a las estaciones del ferrocarril para abandonar la ciudad, donde residen tres millones de personas. hubo tensión y disparos en los andenes.
En las fronteras de Rumania y Polonia, el intenso éxodo de quienes llegarán está a punto de causar una crisis humanitaria, debido a la cantidad de personas, y la falta de capacidad para ofrecerles servicios de refugio humanitario. La ONU estima que en pocos días podrían sumar hasta un millón de personas.
“Tengo muchos parientes en Kiev, que están ocultos en los refugios antiaéreos en este momento porque hay bombardeos por todas partes y la gente tiene miedo, mucho miedo”, reiteró un Desplazada de Kiev.
Mientras los civiles son los principales afectados, Rusia ha recibido castigos como un veto para el Festival de Eurovisión, se canceló la Fórmula 1, y se le quitó la sede de la Liga Champions. En los deportes, el tenista Andrey Rublev expresó así desde Dubái su rechazó a la guerra.
Con información de En Punto
KAH
