CRIMEN Y SEGURIDAD

Instinto materno me impulsó, dice mujer bombero que amamantó a bebé rescatada en Iztacalco

Eloísa Herrera Quijano, mujer bombero que amamantó a una bebé rescatada en CDMX, dijo en que el instinto materno la impulsó a salvar la niña

Eloísa Herrera Quijano, la mujer bombero que amamantó a una bebé recién nacida rescatada en la alcaldía Iztacalco, en la Ciudad de México, dijo en ‘Despierta’ que el instinto materno la impulsó  a salvar la niña.

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Entrevistada por Danielle Dithurbide, la mujer bombero señaló que el caso de la bebé dejó una huella en el corazón y la satisfacción de saber que la niña tendrá una vida.

Sobre el estado de salud de la menor de edad, Eloísa Herrera Quijano comentó que se encuentra estable y se está recuperando de ‘manera pronta’.

Eloísa Herrera Quijano comentó que a la niña se le notaba la deshidratación y el hambre, “entonces ese instinto materno fue el que me ayudó, me impulsó a alimentarla, necesitaba leche materna”.

La mujer bombero narró el momento del traslado de la bebé al área de neonatología del Hospital pediátrico de Iztacalco.

“Cuando íbamos en la ambulancia se le revisó a la bebé cordón umbilical, temperatura, pero la frecuencia cardíaca del bebé bajaba no era estable, teníamos entonces un paro cardíaco y fue cuando decidí alimentar a la bebé, no lo pensé dije permiso y alimente al bebé”.

Eloísa Herrera Quijano señaló que no existe justificación para hacerle daño a un niño. “No tenemos derecho de privar de la vida o de la salud a ningún ser humano, aunque uno es fuerte este tipo de casos mueve la fibra que dices, no me gustaría ver a ninguno de mis hijos en una situación de dolor o sufrimiento”.

La bebé recién nacida, atrapada entre dos muros, fue rescatada el pasado 3 de marzo en un domicilio de la colonia Santiago Norte, en la alcaldía Iztacalco de la Ciudad de México.

Personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México atendieron el reporte recibido a través del número de emergencias 911.

Al llegar escucharon el llanto de un bebé y evaluaron la situación para extraerlo sin causarle algún daño físico.

Desde la azotea pudieron ver al recién nacido a una profundidad aproximada de tres metros, también había sangre en los ladrillos.

Decidieron romper la pared de uno de los domicilios para tener acceso, ahí se dieron cuenta de que era una niña.

Después de sacar a la bebé, la envolvieron en una sábana y le realizaron una revisión médica inicial, cuyo diagnóstico fue bradicardia, ya que presentaba un descenso de la frecuencia cardíaca normal para un recién nacido.

Con información de Despierta

LSH