La mayoría de los palestinos muertos por fuego del Ejército israelí durante las protestas de las últimas semanas en la Franja de Gaza habrían sido “no intencionadas”, dijo hoy un alto oficial de las Fuerzas Armadas al periódico Haaretz.
Según el militar, que mantiene el anonimato, citado por el periodista Amos Harel, los tiradores del Ejército apuntaban a las piernas y las muertes habrían sido “resultado involuntario después que de un manifestante se agachara, el tirador fallara, una bala rebotara o un fenómeno similar”.
Las directrices para abrir fuego en la frontera con Gaza, remarca el oficial, solo permiten que los tiradores disparen a las piernas de la gente que se acerca a la frontera, “y solo se puede apuntar al pecho de una persona en caso de que esta intente aparentemente usar armas o amenazar vidas israelíes”.
Además, el oficial, que estuvo presente en la valla de seguridad el pasado viernes, destacó que “el intento de los manifestantes de romper la barrera marcó la acción más violenta de los palestinos de Gaza desde que empezaron las protestas”.
El Ministerio de Justicia israelí, a su vez, informó hoy de que la actuación del Ejército en la divisoria con Gaza es conforme a la Ley israelí e internacional, en respuesta a la reclamación de la organización Yesh Din al Tribunal Supremo en contra del uso de fuego real utilizado por las Fuerzas Armadas contra los manifestantes del enclave costero durante los últimos viernes.
Desde el 30 de marzo, la Gran Marcha del Retorno, organizada por sectores sociales y políticos para reclamar el fin del bloqueo y la regreso de los refugiados, ha dejado 44 palestinos muertos, la mayoría en manifestaciones, además de incidentes violentos en la frontera y más de 5.000 heridos.
El Ejército israelí no permite que nadie se acerque a la valla divisoria y ha acusado a Hamás -gobernante de facto en Gaza y reconocido por Israel, Unión Europea, Estados Unidos y otros países- como “organización terrorista”, de tratar de convertir el área en una zona de combate.
El Ejército argumenta que la organización islamista utiliza los disturbios como pretexto para colocar explosivos, intentar vulnerar la valla e infiltrarse en Israel.
Desde que comenzaran las protestas, con el incremento de muertes palestinas por fuego real, diversas ONG han acusado a Israel de uso excesivo de la fuerza y Amnistía Internacional solicitó un embargo de armas al país.
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Con información de EFE
RAMG
