ARTE Y CULTURA

Muerte y vida, tradición maya que perdura en Campeche

Los descendientes mayas creen que la muerte no está desligada de la vida y aún conservan la creencia de sus antepasados de que la vida y la muerte eran un todo

En Campeche, los descendientes mayas creen que la muerte no está desligada de la vida y aún conservan la creencia de sus antepasados de que la vida y la muerte eran un todo, dos opuestos que se complementaban.

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Se hacía toda una ofrenda, todo un culto, todo un rito funerario a la hora de la muerte, esto implica que la muerte era parte de la resurrección espiritual”, comentó Mario Cisneros Cisneros, divulgador del patrimonio cultural del INAH en Campeche.

Los mayas dividían el cosmos en tres partes, el cielo, la tierra y el inframundo, representado por el sagrado árbol de la vida, considerado como el eje del mundo.

Para los mayas, el cosmos, todo el universo, estaba conectado con la ceiba, la ceiba sagrada, este árbol que conecta los tres estratos del universo, el cielo, la tierra y el mundo subterráneo denominado como el inframundo, es ahí donde moran los espíritus, donde van todos los muertos”, agregó Cisneros Cisneros.

Durante el período de las fiestas del Hanal Pixán, o comida de ánimas, que se celebra en Campeche del 31 de octubre al 2 de noviembre, los mayas creen que las almas de sus seres queridos regresan a la tierra para convivir con los vivos.

El cuerpo humano para el maya está hecho de tres partes, está el Huincli, que es un cuerpo visible y tangible y dos cuerpos que son invisibles e intangibles, que son, el Pixán y el Hol“, describió Gaspar Cahuich Ramírez, descendiente maya.

Es una tradición que proviene de nuestros antepasados mayas y que desde luego debería seguir preservándose”, afirmó Andrés Dzulub, descendiente maya.

En la cultura maya hablar de los muertos es algo natural, no temible, y se hace con mucha reverencia.

Con información de Gerardo Sánchez

TVR