Muerte de cuatro delfines en centro de atracciones de EEUU provoca protestas

Activistas defensores de los animales protestaron este sábado afuera de un delfinario en Arizona, en Estados Unidos, donde han muerto cuatro de estos mamíferos acuáticos durante los últimos 16 meses, circunstancia que ha puesto al centro recreativo bajo investigación federal.

La protesta se efectuó el mismo día en que Dolphin Quest, que presta algunos de los delfines al centro, anunció que terminaba su contrato con Dolphinaris Arizona, el centro de atracciones en el que han muerto los delfines.

Con cartelones con mensajes como “El cautiverio mata”, “No queremos delfines en el desierto”, “La crueldad no es un entretenimiento”, los manifestantes pidieron que los cuatro delfines que aún permanecen en Dolphinaris Arizona sean enviados cuanto antes a un santuario marino.

Desde un principio sabíamos que el desierto no es un lugar para que los delfines, estos animales están siendo explotados hasta la muerte”, dijo Christina Johnson, una de las manifestantes.

El Servicio de Inspección de Salud de Animales y Plantas, del Departamento de Agricultura, informó que “trabajan en el siguiente paso a seguir”, tras los hechos ocurridos en el delfinario.

Por su parte, Dolphin Quest, compañía que presta los delfines a Dolphinaris Arizona, informó en un comunicado de prensa que terminaron el contrato con el delfinario y que evalúan lo que pasara con dos de sus delfines que aún están en el centro.

Dolphinaris Arizona, que se encuentra en la ciudad de Scottsdale, comenzó sus operaciones en octubre de 2016 con ocho delfines, cuatro de los cuales han muerto.

El más reciente deceso ocurrió el jueves pasado. Ese día, el delfinario dio cuenta de que el delfín Kai, de 22 años de edad, tuvo que ser sacrificado después que haber estado gravemente enfermo durante dos semanas.

Reconocemos que perder a cuatro delfines en el último año y medio no es normal”, dijo Christian Schaeffer, administrador de Dolphinaris Arizona en un comunicado de prensa.

Indicó que están tomando todas las medidas para incrementar los esfuerzos en conjunto para asegurar que los delfines tengan una buena calidad de vida, promesa que resulta insuficiente para los defensores de los animales.

El principal problema es que el desierto no es un lugar para los delfines, no pueden vivir en una alberca de concreto cerca de una Interestatal”, dijo Jeannette McCourt, activista, integrante del grupo Dolphin Free Az, organizadores de la protesta.

La muerte de Kai se dio un mes después del fallecimiento de otro delfín, Khloe, de 11 años de edad, debido a una complicación por un parásito.

Alia, de 10 años de edad, falleció en mayo pasado a causa  de una infección y poco después Bodie falleció por una rara enfermedad muscular, cuando tenía siete años.

Todos eran delfines nariz de botella, los cuales pueden llevar a vivir entre 30 a 40 años en su hábitat natural y es una de las especies de delfines más populares.

Con información de EFE

LHE