ECOLOGíA

Monitorean crecimiento de arrecife artificial del ‘Uribe 121’ en Rosarito, BC

La embarcación fue hundida a mil 500 metros de la playa y a 29 metros de profundidad en la bahía El Descanso

Dicen que los barcos nunca mueren porque al hundirse se convierten en arrecifes artificiales que parecen naturales.

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Y esto es precisamente lo que sucedió con el casco de la Patrulla Oceánica, clase “Uribe 121”, de la Armada de México

Según los reportes del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, (Cicese) en el “Uribe 121” se ha consolidado una gran variedad de flora y fauna.

“Nuestro papel ha sido estudiar este proceso, cómo se va formando, quiénes van llegado y evaluamos cómo va aumentado el número de animales, lo que nosotros llamamos abundancia”, detalló Victoria Díaz, investigadora oceanológica, Cicese.

El arquitecto y buzo, Francisco Ussel Heredia, es uno de los promotores más entusiastas del Parque Submarino Rosarito, cuya primera piedra es el “Uribe 121”.

“Fue desde aprender qué era un arrecife y era aprender pues dónde conseguir un barco y dónde ponerlo y cómo ponerlo y cómo hacerlo”, explicó Francisco Ussel, de Fundación de Arrecifes Artificiales de Baja California.

Después de muchos años de esfuerzo, el 21 de noviembre de 2015, el “Uribe 121”, donado por la Armada de México, fue hundido para convertirse en el primer arrecife artificial del Pacífico norte mexicano.

“El Cicese fue un aliado súper estratégico porque ellos nos dicen donde los podemos hundir, cuál sería el mejor lugar para que beneficiáramos más al mar; evidentemente en un lugar completamente desértico, porque de lo que se trata un arrecife es de convertir el desierto en un oasis, en un nuevo productor de vida”, dijo Francisco Ussel, de Fundación de Arrecifes Artificiales de Baja California.

El “Uribe 121” que mide 67 metros de eslora y 10.5 metros de manga, fue hundido a mil 500 metros de la playa y a 29 metros de profundidad en la bahía El Descanso, ubicada entre ensenada y Playas de Rosarito, en Baja California, frente a la roca Pilón de Azúcar.

Con información de Rafael Nieto y Raúl Romero.

LLH