Miles de flamencos rosa americano anidaron en la Reserva Estatal “Ciénegas y Manglares al Norte de Yucatán”, en un hecho poco común.
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La zona principal de anidación es en la Reserva de Río Lagartos, pero esta vez, anidaron en el Puerto de San Crisanto, en el municipio de Sinanché y corresponde a 2 reservas separadas por 170 kilómetros de lagunas y manglares.
Es el periodo más peligroso para reproducirse, ya que si se asustan vuelan intempestivamente y podrían lastimarse, abandonar el nido o morir al huir.
“Al momento de alzar vuelo e irse de su nido, ya no regresan, entonces lo que son sus huevos se pierden, ya no brotan”, dijo Martina Chuc Rosado, comisaria Ejidal del Puerto de San Crisanto.
Imágenes satelitales proporcionadas por el Gobierno del estado muestran la población del flamenco y sus movimientos para alimentarse.
Miles de flamencos rosa americano llegan a anidar en Yucatán. FOTO Gobernador Yucatán
Su vuelo, el majestuoso rosa en el cielo de Yucatán y que forma parte de la recuperación de una especie que hace 20 años estaba en peligro de extinción y que hoy gracias a su protección, dejó de estarlo.
Si se lesionan se les cura y para proteger sus nidos, huevos y polluelos se activaron los protocolos de seguridad por parte de la Guardia Nacional, policía estatal, municipal y la ecológica
Realizan patrullajes en los 13 municipios costeros de Yucatán.
“Lo que tratamos de preservar es que no haya ruido, que nadie se meta en su hábitat, que nadie los intente agarrar, ni nada. Son 47 kilómetros donde nosotros le damos recorridos constantes para cuidar la especie”, dijo Obdulio Mena, director de Policía Ecológica de Puerto Progreso.
Yazmín es policía primero, en su patrulla realiza recorridos en las zonas de alimentación de San Crisanto, donde se colocaron estos anuncios.”
“Aun así hay personas que no respetan lo que es el acceso para llegar la anidación”, dijo.
Miles de flamencos rosa americano llegan a anidar en Yucatán. FOTO Gobernador Yucatán
Nadie puede acceder a estos santuarios de reproducción, se prohíbe hacer ruido y las sanciones van de 7 a 10 años de cárcel y multas de hasta 500 mil pesos a quien deprede, cace o destruya sus huevos.
Con información de Alejandro Sánchez
KAH
