Habitantes de Naucalpan y Atizapán, en el Estado de México, comenzaron a detectar hace unos días un fenómeno en aguas de la presa Madín: miles de peces están muriendo.
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“Es una cantidad increíble de todo el pescado que está muriendo. Y si de esta agua van a repartir a otros lugares, qué feo, ¿eh?”, comentó Gerardo Ortiz, un vecino.
Vecinos de la presa Madín, que abastece de agua a más de 200 mil habitantes de Naucalpan y Atizapán, Estado de México, denunciaron que en el embalse están muriendo decenas de peces, principalmente carpas.
“El aire que luego pega, todo ese hedor de aquí sube a las casas. Es insoportable comer con la ventana abierta con el aroma”, comentó Gerardo Ortiz, vecino.
La presa Madín recibe agua de los manantiales del municipio de Jilotzingo por medio del río Tlalnepantla. Investigadores de la UNAM señalan que la contaminación de la presa es resultado de descargas de aguas negras.
“Es obvio que cuando hay mucho pez muerto es por falta de oxígeno en el agua y hay contaminación que proviene de la Zona Esmeralda y algo a lo mejor están vertiendo en el río San Juan que está acá atrás”, dijo Eduardo Espinoza, investigador de la UNAM.
La Comisión Nacional del Agua informó que ya tomó muestras para determinar las causas de la mortandad de peces. Los resultados de los análisis bacteriológico y fisicoquímico se conocerán esta semana.
En 2019, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma del Estado de México, presentaron un estudio en el que advirtieron presencia de insecticidas como el diazinon y el fentión en el agua de la presa. Estas sustancias, según especialistas, son nocivas para las carpas y podrían afectar a los seres humanos.
“La omisión la estamos viendo aquí. No hacer nada para contener esto y no querer hacer las visitas de inspección para que las autoridades se hagan responsables de lo que están permitiendo”, detalló Eduardo Espinoza, investigador de la UNAM.
Con información de En Punto.
LLH
