Cuando empezó la crisis de caravanas de migrantes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que entre quienes intentaban llegar a su país venía gente de Medio Oriente.
Métanse a la caravana, lleven sus cámaras e indaguen, te vas a topar con gente de la Mara Salvatrucha, te vas a topar con gente de Medio Oriente, te vas a encontrar de todo y, ¿qué crees? no les vamos a permitir que se metan a nuestro país.”, afirmó en ese momento.
Y en efecto sí habían pasado migrantes yemeníes huyendo de la guerra que se vive en su país y que, al llegar al norte de México, fueron secuestrados y torturados por grupos criminales.
En Punto y el portal Plumas Atómicas reconstruimos el suplicio que significó para ellos el paso por México.
Nos hacían ponernos de pie y tomaban una madera, la sujetaban y con todas sus fuerzas, nos pegaban”, relató Mohammed Alkasimi, migrante de Yemen, secuestrado en México.
Los grupos criminales en Tamaulipas están secuestrando y torturando a los migrantes que huyeron de la guerra en Yemen y que pasan por México para llegar a Estados Unidos y Canadá.
Nos torturaron mucho durante 20 días todos los días, ni siquiera podíamos sentarnos por el dolor de los golpes que nos daban”, recordó Mohammed.
En Punto y el portal Plumas Atómicas obtuvieron videos en los que se observa como los delincuentes golpean a los migrantes y los obligan a grabar mensajes pidiendo a familiares y amigos que paguen miles de dólares para que no los maten y los liberen.
México es un país, es un territorio mortal para las personas migrantes, estamos hablando de secuestros, en algunos casos de ejecuciones, asesinatos, violencia sexual, extorsiones, y todo tipo de violencia”, sostuvo Madeleine Penman, investigadora de Amnistía Internacional (AI) en México.
Mohamed Alkasimi aparece en los videos.
Empezaron a amenazarnos con cortar nuestros dedos, los dedos de nuestros pies y nuestras orejas”, relató.
Mohamed es mecánico de profesión. Durante el conflicto en Yemen se convirtió en activista político. El régimen intentó encarcelarlo y matarlo, por lo que huyó de su país en 2016.
Al estar en la política tuve que huir porque mi vida estaba en peligro”, reiteró.
De Yemen escapó a Arabia Saudita, un año y medio después viajó a Ecuador, el único país en América Latina que no les pide visa. De ahí tomó la ruta Ecuador – Colombia – Panamá – Costa Rica – Nicaragua – Honduras – Guatemala – hasta llegar a México, a donde ingresó por el río Suchiate.
En Tapachula, Chiapas, abordó un autobús junto con otros migrantes de Yemen. Transitaron distintos estados de la República hasta que en octubre pasado llegaron a Reynosa, Tamaulipas, donde un grupo criminal armado los secuestró y llevó a una casa de seguridad.
Vimos a mucha gente de Honduras, de Guatemala y El Salvador, eran muchos, todos estaban torturados, nos quitaron nuestro dinero y todo lo demás, solo nos dejaron en ropa interior”, narró Mohammed.
Los criminales grabaron a Mohammed y a sus paisanos, Ahmed y Jamal. Vía Whatsapp contactaron a sus seres queridos en Yemen y comenzaron a extorsionarlos con los videos.
A mí amigo le cortaron la oreja con tijeras”, contó.
Familiares y amigos pagaron 15 mil dólares, más de 300 mil pesos mexicanos, por su liberación, pero los criminales no cumplieron su palabra. Retuvieron por más días a los yemeníes hasta que apareció otro grupo armado en la casa de seguridad.
Llegó otra pandilla y nos rescató de la primera, nosotros decíamos que lo mínimo que iba a pasar era quedarnos locos, Dios respondió a nuestras plegarias”, aseguró.
Libres, Mohammed y sus compatriotas lograron cruzar la frontera. En Estados Unidos se entregaron a las autoridades migratorias.
De ahí fui a una Corte, el juez me preguntó si quería abrir un caso en Estados Unidos o avanzar a Canadá, decidí quedarme en Estados Unidos”, relató.
Actualmente, Mohammed vive en Nueva York, donde espera que el gobierno estadounidense le otorgue asilo político a él y a su familia que vive amenazada en Yemen desde 2016.
Fue una tragedia muy triste”, lamentó.
Con información de Marco Antonio Coronel, Estaban González de León y Marco Tinoco
LHE
