Este lunes, el deportivo Magdalena Mixhuca amaneció repleto de personas, ya que funciona como refugio para los migrantes centroamericanos que han llegado a la Ciudad de México.
“Hemos estado en lugares donde nos ha caído la lluvia mientras estamos acostados, junto con los niños hemos salido corriendo. Amamos Honduras, es nuestra tierra, simplemente la pobreza, estamos pobres, Honduras está pobre. No había dinero para comprar, comprábamos comida para un día, pero para el siguiente no teníamos, hemos llorado en el camino, hemos sufrido a lo más”, explicó Sandra Maldonado, migrante hondureña.
Dos mil 200 migrantes están ya en estas instalaciones; la mayoría, hombres jóvenes.
Su objetivo es llegar a Estados Unidos.
“Con frío, mucho frío, ahí en la gradería del estadio. Yo no pienso separarme de la caravana porque me ha servido, he conocido personas, he hecho amistades, me he sentido seguro y más protegido”, afirmó Francisco Arredondo, migrante hondureño.
Hay cuatro carpas, una exclusiva para niños y mujeres.
Sin embargo, muchos durmieron al aire libre, en las gradas del estadio “Jesús Martínez Palillo”.
Han llegado durante la tarde en grupos más pequeños y decidieron instalarse en las áreas verdes que encontraron libres.
Hay 14 tinacos de cinco mil litros de agua y 40 baños móviles para todos.
Ahí se bañan y lavan su ropa.
“Se siente uno aliviado cuando se baña, ya cuando tiene uno tres días que no se baña, ya desea uno el baño; vale la pena porque es un sacrifico que estamos tomando para llegar a superar a nuestras familias. No sé qué ciudad, pero sé que voy a entrar a Estados Unidos a trabajar, esa es mi misión, trabajar”, afirmó Mario Montoya, migrante hondureño.
Por la mañana, quien entregó comida caliente fue la alcaldía de Iztacalco; dos mil raciones de huevo con jamón, puré de papa, un bolillo y café.
Dan prioridad a niños y mujeres.
Esta crisis convierte un desodorante en un lujo.
Se hace fila para todo, comer, bañarse, para obtener ropa, zapatos o cobijas.
Del suelo, hombres, mujeres y niños, buscan ropa.
Hay brigadas con personal de la Agencia de Protección Sanitaria de la Ciudad de México; los principales problemas médicos son infecciones de garganta y dolores de pies.
“Para esta ciudad, 5 mil personas es totalmente manejable, se ve mucho porque no habíamos tenido algo parecido, yo creo que lo que hay que dimensionar es que este éxodo, porque no es una caravana cualquiera, es un fenómeno que no se había visto, no solo en la ciudad, si no en el país”, aseguró Nashiely Ramírez, presidenta Comisión de Derechos Humanos de la CDMX.
Habrá un centro de acopio en el Zócalo de la ciudad que operará desde las nueve de la mañana, como parte de este ‘Puente Humanitario”.
Reciben: Alimentos no perecederos, productos de higiene personal, ropa nueva y calzado cómodos y en buen estado, así como sacos de dormir, gorras, sombreros, e impermeables.
Con información de Susana López
MAP
