POLíTICA

Menores migrantes, víctimas de polleros y detenidos por la Guardia Nacional

Menores migrantes que viajan solos a EU son víctimas del bandas criminales y además son detenidos por la Guardia Nacional en México

Marco, a quién llamaremos así por razones de seguridad, es uno de los menores migrantes centroamericanos no acompañados detenidos recientemente por la Guardia Nacional al intentar cruzar hacia Estados Unidos.

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Uno de los miles de migrantes extorsionados por el crimen organizado durante su paso por México.

Tiene 17 años. Entró a México por Chiapas, ahí lo esperó un pollero.

Nos dieron comida el primer día, nos sacaron como a las dos de la mañana. Puro autobús, como 15 horas en autobús. Llegamos a Puebla, en Puebla nos estuvimos dos días en una casa”, narra Marco, migrante guatemalteco.

La siguiente parada fue en Ciudad Valles, San Luis Potosí. A partir de ahí el traslado lo hizo en camioneta: 23 migrantes acostados y encimados en la parte de atrás. Así salieron rumbo a Tamaulipas. Avanzaron poco y terminaron en una casa de seguridad.

Lueguito salió un pick up negro, con vidrios obscuros. Estaban armados, nos quitaron los teléfonos. Estaba rodeado con alambre y guardias pues, eran Zetas. No dejaban salir a nadie”, recuerda Marco.

“¿Cómo era por dentro?”, se le preguntó.

“Era un gran patio, atrás un pozo mecánico”, dijo.

El grupo de migrantes tenía precio: 300 mil pesos. El pollero contactó a las familias y en tres días entregó el rescate.

Siguieron hacia Reynosa y ahí durmieron en un hotel. Cruzarían el río en la madrugada, pero no lo lograron.

Tras media hora de persecución, elementos de la Guardia Nacional los detuvieron y entregaron a Migración.

Mientras Marco es deportado a Guatemala, el DIF de Matamoros se hace cargo de él. Ahí duerme y le dan de comer. Convive con jóvenes de su edad y lo mantienen seguro. También le hablan de los riesgos de viajar en esas condiciones.

“A ellos como jóvenes se les hace fácil, quieren cruzar a Estados Unidos, pero no miden el peligro, no miden las consecuencias”, dice Marsella Huerta de López, presidenta del DIF Matamoros.

El año pasado llegaron a este centro 31 menores centroamericanos no acompañados, detenidos por el Instituto Nacional de Migración cuando intentaban cruzar hacia Estados Unidos.

En 2019 la cifra ya se triplicó.

De enero a agosto, el centro ha recibido a 89 menores centroamericanos detenidos, la gran mayoría, por la Guardia Nacional.

Antonio también buscaba llegar a EU

Antonio es uno de ellos. Salió de su casa hace dos meses. Huyó de su país por las constantes amenazas del crimen organizado.

“Que me iban a matar si no entraba a las maras y la verdad tomé la decisión de venirme para acá sin que mi mamá se diera cuenta”, cuenta Antonio, migrante hondureño, de 17 años.

Hasta que llegó a Guatemala le avisó a su mamá. Necesitaba dinero porque los policías de ese país le quitaron todo. Entró a México por el río Suchiate. Siguió su camino en tren; dice que fue la peor decisión.

Me caí del tren, me rodé así. Gracias a Dios no caí dentro del tren, del carril, caí afuera y me raspé las manos, los brazos, las piernas también. Miré a un compañero morir, también, que le pasó el tren por encima”, recuerda Antonio.

Cuando llegó a Monterrey su mamá le dijo que había contactado a un pollero para que lo cruzara a Estados Unidos.

Me dieron una clave. Era ‘Furia’, la clave, y con esa clave si nos detiene la mafia, uno se lo dice y lo dejan pasar. Gracias a Dios no me salió nada en el camino”, dice.

Estuvo dos días en un tráiler. Cuando llegó a Tamaulipas lo subieron a otra camioneta, lo acercaron al río y cuando iba a cruzar, la Guardia Nacional lo detuvo.

También será deportado; dice que no quitará el dedo del renglón. Quiere llegar a Houston y encontrarse con su papá.

Migrantes centroamericanos en México. (Noticieros Televisa, archivo)

Lo mismo sucede con Bryan, también migrante de Honduras, de 17 años.

“Lo voy a volver a intentar, pero no va a ser ahorita, va a ser un poco más despuesito. Voy a esperar a que se calme para que nos dejen entrar a Estados Unidos porque ahorita hay mucha Guardia Nacional cuidando la frontera”, explica.

Confía en que su segundo intento será más fácil porque ya sabe cómo viajar.

“Solito crucé de Guatemala a México. Agarré nueve trenes y estuve 23 días viajando en tren. Aguantaba dos días sin sueño. De comer aguantaba tres días, sin comer”.

El DIF de Matamoros resguarda también a menores migrantes mexicanos que cruzaron solos a Estados Unidos y que fueron deportados por la Patrulla Fronteriza. También esas detenciones van en aumento.

“Ha habido un incremento considerable. El año anterior tuvimos 897 niños en todo el año,  pero de enero a agosto fueron 562. En comparación de lo que llevamos este año, 2019, llevamos 635 niños”, señala Julián Parra Cortés, encargado del CAMEF Matamoros, Tamaulipas.

Con información de Ana María Islas, Noticieros Televisa

AAE