Luego de que cientos de migrantes haitianos se vieran obligados a dispersarse tras el cierre del cruce fronterizo entre Ciudad Acuña, Coahuila y Del Río, Texas, muchos llegaron a Monterrey.
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Abigaëlle Shiny Noel nació hace unos días en Monterrey; su mamá Yvard y su papá Guybens son de Haití. Es una bebé sana, aun cuando su madre tenía seis meses de embarazo cuando inició el recorrido en una caravana migrante desde Chile hasta el norte de México.
“Ella es mexicana, también puede ayudarnos a nosotros a tener papeles para buscar trabajo, porque aquí si tú no tienes papeles no puedes trabajar por los agentes de migración, tenemos mucho miedo”, comentó Guybens Noel, papá de niña recién nacida en Monterrey.
Al llegar a Monterrey, hace casi dos semanas, la pareja fue recibida en el albergue INDI, institución normativa de los indigentes donde hay más de mil 200 migrantes. El 90 por ciento son haitianos.
“Llegaron ellos precisamente de Acuña, ahorita estamos logrando la CURP; yo como sacerdote les pido que me los traigan y no les manden a su tierra natal”, señaló Felipe de Jesús Sánchez, director de Casa Indo.
Aquí duerme Patricia, haitiana de origen, está en este sitio con su bebé de 30 días, Christian Stephan Louis Bigoin, quien también ya es mexicano porque nació en Tapachula.; viajó siete meses desde Brasil hasta nuestro país.
“Es difícil, mucho, el hospital me dio un papel certificado para hacer acta de nacimiento del bebé”, dijo Patricia, migrante haitiana.
Es tal la demanda que la calle al exterior del albergue se cerró; bajo las carpas conviven alrededor de 350 mujeres, varones y sus hijos pequeños. Duermen tapados con cortinas, en la banqueta o incluso debajo de los vehículos.
Con información de En Punto.
LLH
