A pesar de la certificación de falta de sanidad y la invitación de las autoridades federales para que los migrantes de la primera caravana abandonen la bodega llamada Contra Viento y Marea, este sábado se cumplió un día más de estancia de los centroamericanos en el inmueble.
El desalojo ya está firmado, tenemos que salir y queremos salir en paz”, dijo Dania Julissa, migrante hondureña.
Igual que en días anteriores, durante todo el día, policías federales resguardaron la bodega en espera de que los migrantes salieran del inmueble.
La Policía Federal que hemos tenido ahí, se ha portado a la altura y gracias también, creo que nos vamos a tener que retirar de aquí, pero nos queremos retirar siempre para un lugar donde estemos solos, la Policía está ahí solo para darnos seguridad, simplemente cuidarnos, no queremos ir a El Barretal, no queremos ir a otro albergue”, dijo Gerard Frank Laínes Martínez, migrante hondureño, encargado de la bodega.
“Primero agradecemos a la Policía Federal por tratar de promover el diálogo con nosotros, tanto nosotros como ustedes estamos agotados en esta situación, el cansancio psicológico y el estrés nos están afectando”, comentó Reinerio Laínez, migrante hondureño.
Los migrantes pidieron tiempo para preparar sus pertenencias y salir del inmueble.
“Anteriormente habíamos llegado a un acuerdo con la autoridad para poder estar en esta bodega hasta el 24 de enero, no se nos respetó, ahora pedimos tiempo para poder desalojar la bodega porque también necesitamos movilizarnos, necesitamos recoger nuestras cositas, lo poco que tenemos”, agregó.
Algunos activistas de otros países llegaron a la bodega para sumarse a la causa de los migrantes.
Durante todo el día y la tarde, hasta las nueve de la noche en Tijuana, los migrantes no habían entregado la bodega y fuera del inmueble permanece la Policía Federal.
Con información de Francisco Santa Anna
LHE
