Migrantes centroamericanos agrupados en 4 caravanas que cruzaron la frontera de Guatemala desde finales de octubre se quedan en México. Algunos que ingresaron de forma legal esperan la conclusión de sus trámites migratorios. Otros, que entraron sin documentos, están repartidos en varias entidades y esperan iniciar una nueva vida en territorio mexicano.
Los migrantes de la primera caravana que entró a México se concentran en la ciudad deportiva Magdalena Mixhuca de la Ciudad de México. De los cuatro mil 500 migrantes instalados en ese albergue, el 50 por ciento pretende continuar su camino hacia la frontera norte.
Nuestro cálculo es que por lo menos la mitad van a partir hacia la frontera norte y de la otra mitad hay parte que está considerando quedarse en el país o en la ciudad en general o retornar a su país”, aseguró Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
El Gobierno de la CMX estima que los migrantes se queden una semana en la ciudad. La noche del martes y madrugada de este miércoles, mujeres y niños migrantes abarrotaron una carpa especial destinada para esos grupos vulnerables en el estadio de Magdalena Mixhuca. Autoridades entregaron cobijas y colchonetas.
Afuera de las carpas, algunos voluntarios también ofrecieron toallas sanitarias, cepillos dentales, pasta, papel higiénico, mochilas y algunos dulces para los niños. Muchos de los migrantes también buscaron ropa entre las donaciones.
La mayoría de los migrantes sabe que hubo elecciones legislativas en Estados Unidos y del reforzamiento militar en la frontera, pero aseguran que eso no detendrá su recorrido.
Dicen que han mandado a más de 30 mil oficiales a resguardar la frontera pero yo sé que eso no nos va a detener. Solo Dios nos puede detener a nosotros”, dice Kevin Alexander, migrante guatemalteco.
Se puso más difícil, es lo que vemos, se puso más difícil, lo que hizo el presidente poniendo, reforzado toda la frontera”, afirma César Zuñiga, migrante hondureño.
-¿Pero aun así ustedes van a continuar?
Sí, vamos de la mano de Dios y vamos para arriba, vamos a pasar”.
El agua y las enfermedades respiratorias, principalmente, son dos temas de suma importancia en este momento en el albergue, aseguraron las autoridades.
Algunos migrantes centroamericanos, de los
agrupados en 4 caravanas, se quedan en México (EFE)
Cientos de personas que integran la segunda caravana migrante descansan en San Pedro Tapanatepec, Oaxaca. Reciben alimentos en la plaza central, frente a la iglesia de Santiago Apóstol. Después, van al río La Peñita para bañarse y lavar la ropa.
En Oaxaca hay agentes del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) que brinda ayuda humanitaria. Se espera que este miércoles los migrantes centroamericanos avancen a Santo Domingo de Ingenio, también en Oaxaca. La próxima semana podrían llegar a Veracruz.
La tercera caravana de migrantes está en Chiapas. Sus integrantes entraron de manera legal, la mayoría son originarios de El Salvador. Esos migrantes no pueden salir de territorio chiapaneco hasta que se resuelvan sus trámites migratorios.
La cuarta caravana de migrantes, integrada por salvadoreños, permanece en Huixtla, también en Chiapas. Decidieron quedarse un día más en ese municipio para darle descanso a las mujeres y niños que tienen lastimados los pies. En este grupo también viajan hondureños que se quedaron rezagados de la primera caravana, ahora todos viajan hacia Mapastepec.
Esta caravana migratoria ahora porta una cruz al frente como muestra de la fe que tiene para llegar a la frontera norte de México. Hoy planean 60 kilómetros de distancia para llegar a su próxima parada. En la salida a carretera fueron escoltados por policías municipales y Protección Civil de Huixtla.
Con información de Guillermo Segura y Juan Álvarez
MLV
