HISTORIA

Migrante de Bangladesh encuentran en Tapachula ‘el sueño americano’

El constante flujo de migrantes de todo el mundo en la ciudad de Tapachula no es un fenómeno nuevo.

Y aunque en los últimos meses se ha intensificado, algunos ciudadanos de lugares tan alejados, como Bangladesh, han encontrado en esa ciudad su propio sueño americano desde mucho antes.

“Se conoce como ‘Comedor Bangladesh’; tiene tiempo mi esposo de estar cocinando para sus paisanos, gente de otros países, ahorita él más o menos sabe hacer comida mexicana, sabe hacer comida cubana, comida hindú”, indicó Evelyn Villagomez Rodríguez, habitante de Tapachula, Chiapas.

Sadek Hussain es originario de la República Popular de Bangladesh, el octavo país más poblado del mundo, ubicado en el sur de Asia; hace siete años, Sadek migró con rumbo a los Estados Unidos.

Al pasar por la ciudad de Tapachula, conoció a Evelyn, se enamoraron y ahora tienen un hijo: Samir, de cuatro meses de edad.

“Nos conocimos por una amiga de él. Venden comida para africanos y venden comida para cubanos también. Su situación migratoria ya está, él ya tiene su permiso permanente por vínculos familiares porque tenemos ya un bebé”, destacó Evelyn Villagomez Rodríguez, habitante de Tapachula, Chiapas.

Hace dos años, Evelyn y Sadek invirtieron sus ahorros, pusieron una cocina económica, en el centro de la ciudad; su principal clientela, son migrantes.

“Cuando él vino de Bangladesh no conocía a nadie y se dio cuenta que aquí no vendían comida para ellos. Él empezó con unas mesitas, cinco banquitos, en un pedazo pequeño y así fue que empezó él a vender comida para todos sus paisanos, toda la gente: hindú, Nepal, de Bangladesh”, agregó Evelyn.

En Chiapas, Sadek se convirtió en chef. Ahora ya no le interesa irse a los Estados Unidos.

Aquí encontró su sueño americano.

“Aquí tiene calor, el clima bien a gusto. No hay frío, puro calor, está chingón”, dijo Sadek Hussain, migrante Bangladésh.

Aquí, han surgido una veintena de restaurantes de comida asiática, cubana y centroamericana, que ofrecen trabajo a los migrantes.

“Estoy acá en Tapachula esperando el salvoconducto, me tocó trabajar. Yo estaba en Uruguay, me tuve que hacer todo Centroamérica completo, desde abajo, tuve que pasar por la selva, todos los países, te toca con los coyotes, con los policías, te quitan prácticamente el dinero”, indicó Jenny Sánchez, migrante cubana.

Esta familia cubana, integrada por seis personas, acudió a la comisión mexicana de ayuda a refugiados a tramitar su permiso migratorio para quedarse a vivir en México.

“Soy cubana, no quiero ir a Estados Unidos, me quiero quedar aquí en México y entonces vine a pedir ayuda al refugio, me la dieron”, apuntó Marilín Gómez, migrante cubana.

Tienen la ilusión de iniciar un negocio de comida, meter a los hijos a la escuela y rehacer su vida.

“Está en un equipo de fútbol y ahora estoy esperando que me den el otro papel que me falta para tener documentos y ubicarlo en una escuela, quiero que continúe estudiando”, destacó Marilín Gómez, migrante cubana.

Con información de Fátima Monterrosa y Adrián Tinoco.

LLH