A lo largo de 20 años, la Fundación Michou y Mau se ha dedicado a facilitar el traslado de los niños quemados al Hospital Shriners, en Galveston, Texas.
Hace siete años, Zoé y Mía sufrieron severas quemaduras mientras dormían, ya que en la calle la gente celebraba las fiestas patrias.
Un cuete entró por la ventana de la recámara de las niñas y en un instante el fuego comenzó a propagarse sin control.
Un vecino, que la ventana de ese cuarto daba hacia su casa, nos avisa que arriba se está quemando, pues subimos todos rápido a ver y desafortunadamente pues era la recámara donde ellas estaban dormidas”, dijo Dulce Arteaga Ríos.
Foto: Noticieros Televisa
Por consejo de un amigo contactaron de inmediato con la Fundación Michou y Mau que les ayudó con el traslado de las niñas al Hospital Shriners, en Galveston, Texas, especializado en la atención de niños con distintas lesiones por quemaduras.
Mary Jaco, administradora del Hospital Shriners, en Galveston, Texas, señaló: “La mayoría de pacientes con esas quemaduras muy graves son de México”.
“En Shriners de Galveston todo el tratamiento es completamente gratuito se han trasladado aproximadamente mil cien niños en estos 20 años”, dijo Ricardo Camacho Sanciprian, director de la Fundación Michou y Mau.
En el Hospital Shriners prácticamente les salvaron la vida a Zoé y Mía. Los primeros años viajaban cuatro veces al año y actualmente viajan al menos dos veces al año para continuar con su recuperación, que consiste en cirugías reconstructivas y funcionales, además de la terapia psicológica, el tratamiento está garantizado hasta que cumplan los 18 años.
Recientemente, la fundación ha lanzado varias campañas de prevención, pues el objetivo es evitar que más niños sigan quemándose por accidentes que pudieron haberse evitado.
Aunque Zoé y Mía no podrán regresar el tiempo atrás, sí se han convertido en niñas fuertes, que han aprendido a superar la adversidad.
Con información de Karina Cuevas
LSH
