Odebrecht, la mayor constructora de América Latina, con 168 mil empleados y presencia en 28 países del mundo y las confesiones de su director, Mauricio Odebrecht, y 77 empleados acusados de corrupción, han hecho temblar a gobiernos de doce países en tres continentes al revelar una gran red de sobornos a líderes políticos de todas las tendencias, a cambio de contratos de obras públicas.
En América Latina, fuera de Brasil, sede de la compañía, los países que recibieron más sobornos de Odebrecht fueron Venezuela, 98 millones de dólares, República Dominicana, 92 millones de dólares y Panamá con 59 millones de dólares.
“A mí el presidente Varela, escuchen esto con atención y que me caiga un rayo si es mentira, me dijo que él había aceptado donaciones de Odebrecht porque no se podía pelear con todo el mundo”, destacó el abogado Ramón Fonseca Mora.
El escándalo también salpicó a tres expresidentes de Perú: Alejandro Toledo, quien habría recibido 20 millones de dólares para la construcción de una carretera y permanece en calidad de prófugo. A Alan García, investigado por el Congreso y la Fiscalía. Y Ollanta Humala, preso desde mediados de julio, señalado por recibir 3 millones de dólares para su campaña. La empresa del actual presidente, Pablo Kuczynski, está bajo investigación por un pago de más de 782 mil dólares por consultorías a Odebrecht.
Presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski (AP, archivo)
En Colombia, las campañas del expresidente Álvaro Uribe y del actual mandatario, Juan Manuel Santos, también aparecieron en la lista negra de sobornos de la empresa brasileña.
“No autoricé ni tuve conocimiento de esas gestiones las cuales se hicieron en directa violación de las normas éticas y de control que exigí se impusieran en la campaña”, dijo Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.
La empresa habría pagado once millones de dólares para conseguir contratos del proyecto vial Ruta del Sol 2.
Argentina fue otra nación en la lista. El jefe de la Inteligencia Nacional fue señalado de haber recibido transferencias por 600 mil dólares de un operador financiero de la constructora brasileña.
“Yo voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que se aclaren todos estos hechos”, señaló Gustavo Arribas, jefe de la Agencia Federal de Inteligencia de Argentina.
Odebrecht reconoció haber pagado, de 2007 a 2014, 35 millones de dólares en sobornos a funcionarios argentinos. Con esos pagos, la compañía obtuvo contratos por 278 millones de dólares.
Otros países latinoamericanos que también se vieron involucrados en la trama de sobornos fueron: México y Guatemala. Fuera del continente, Angola y Mozambique igualmente entraron a la lista negra de Odebrecht.
En Ecuador, se ha dado hasta el momento la caída más estrepitosa del caso: por primera vez en su historia, un vicepresidente en funciones fue sentenciado a prisión por corrupción.
El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, fue sentenciado a seis años de prisión en la Corte Nacional de Justicia por caso Odebrecht en Quito, Ecuador. (Getty Images)
“La Fiscalía General del Estado ha cumplido con su deber con el país”, dijo Carlos Baca, fiscal General de Ecuador.
Ocho acusados más también fueron condenados a diversas penas, incluido el tío de Glas, Ricardo Rivera. Los condenados deberán pagar en total 33.5 millones de dólares como reparación al Estado. Cuatro involucrados más permanecen en calidad de prófugos, entre ellos el excontralor del Estado, Carlos Pólit, quien se encuentra en Miami. La empresa brasileña pagó, entre 2007 y 2016, 33 millones de dólares a funcionarios ecuatorianos en sobornos.
Glas continuará detenido en la Cárcel 4 de Quito, siendo el político latinoamericano en ejercicio de mayor rango en ir a la cárcel por el caso de corrupción Odebrecht en Latinoamérica.
Con información de Ana María Islas
KAH
