ESTADOS UNIDOS

Esperan en México 40 mil migrantes para pedir asilo en EEUU

Las solicitudes de asilo de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos aumentaron en 2019

Según cifras de autoridades, unos 40 mil migrantes esperan en ciudades fronterizas de México para pedir asilo en Estados Unidos.

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Los cameruneses que comparten diez colchones en el suelo en el tercer piso de un departamento que está encima de una peluquería van a pie todas las mañanas hasta el cruce fronterizo más transitado entre México y Estados Unidos en la esperanza ese sea su día de suerte y los llamen para que soliciten asilo en Estados Unidos. Sueñan con que un funcionario mexicano bondadoso les dé un turno.

“Voy por si se abre algún hueco”, dice Rashidou Hdzekasaah, de 35 años, que lleva dos meses esperando en Tijuana y todavía tiene 6 mil nombres delante del suyo en una lista de espera para solicitar asilo en el cruce de San Diego.

Cameruneses que le escapan a las atrocidades de su país hicieron que la cifra de migrantes que quieren pedir asilo en Tijuana rebase los 10 mil el domingo. Hace tres meses había 4 mil 800 nombres.

A la llegada de nuevos migrantes se suman los centroamericanos que Estados Unidos devuelve a México para que esperen aquí por citas para lidiar con sus casos, lo que prolonga el período de incertidumbre de quienes buscan asilo.

Cifras del gobierno mexicano y las investigaciones de la agencia de noticias Associated Press (AP) indican que al menos 40 mil migrantes han llegado a la frontera y están en listas de espera, el primer paso de un largo proceso para solicitar asilo o ser escuchados por los tribunales de inmigración estadounidense después de ser devueltos a México.

La cifra representa un gran aumento respecto a principios del año. No está claro cuántos ingresaron ilegalmente a Estados Unidos, decidieron quedarse en México o regresar a América Central.

Las largas esperas ponen a prueba la paciencia de algunos migrantes que buscan asilo y de los residentes de las ciudades fronterizas.

Más de 100 cameruneses bloquearon el camino de las camionetas del servicio de inmigración el mes pasado, exigiendo mayor transparencia en el proceso para determinar quiénes son aceptados en la lista de espera para pedir asilo. La protesta surgió después de varios días en los que Estados Unidos no aceptó solicitudes. Ahora están llamando a personas que llevan tres meses y medio en Tijuana y es previsible que la espera sea más larga en el futuro.

Convertir a México en una gigantesca sala de espera es la medida más osada que ha tomado el gobierno de Donald Trump en respuesta al aumento en la cantidad de personas que piden protección humanitaria, muchas de ellas familias centroamericanas. La iniciativa es parte de un programa más amplio para frenar la inmigración, tema de un encendido debate político que se intensificó más todavía tras el descubrimiento de una diatriba contra los inmigrantes asociada con el individuo acusado de la matanza de 22 personas en El Paso, Texas, el sábado pasado.

Cuando el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, México aceptó en junio participar en una nueva política estadounidense por la cual las personas que piden asilo deben esperar en México que sus casos sean procesados.

La cantidad de gente devuelta a México se casi duplicó el mes siguiente, llegando a 19 mil 911 el 11 de junio, según las últimas cifras del gobierno mexicano.

Muchos migrantes no han logrado completar siquiera el primer paso en el proceso de solicitud de asilo. Las colas comenzaron a alargarse el año pasado, cuando el gobierno de Trump limitó la cantidad de casos que considera cada día y dejó que organismos del gobierno mexicano, voluntarios, agrupaciones sin fines de lucro y los propios migrantes decidiesen cómo se distribuyen esas pocas plazas. Las autoridades estadounidenses dijeron que fijaron cupos porque es imposible procesar a todo el mundo al mismo tiempo.

La AP contó unos 19 mil nombres en las listas de cuatro ciudades fronterizas que visitó a fines de julio. Los arreglos improvisados para decidir quiénes son recibidos varían de ciudad en ciudad.

La lista de espera de Ciudad Juárez (del otro lado de El Paso), tenía 4 mil 500 personas a principios de mayo y llegó a 5 mil 600. Las autoridades estadounidenses, que procesan entre 20 y 30 pedidos de asilo diarios, estuvieron seis días sin aceptar ninguno durante un lapso de ocho días en julio.

Nuevo Laredo (Laredo) tenía mil 800 nombres y Matamoros (Brownsville) mil 500. Había menos de mil en San Luis Río Colorado (Yuma, Arizona), Reynosa (McAllen, Texas) y Piedras Negras (Eagle Pass, Texas), según activistas y administradores de albergues.

Con información de AP.

FJMM